La muerte de un líder sindicalista de los tamaños que tenía el ingeniero José Enrique Levet Gorozpe para controlar destinos laborales tanto en la Universidad Veracruzana, por medio de la FESAPAUV, como en la CONTU, agrupación que reúne a todos los sindicatos académicos del país, deja un gran hueco que parece difícil de llenar, en tiempos críticos para la historia de las universidades públicas del país.
Mesurado e institucional, Levet Gorozpe se mantuvo durante muchos años al frente de los trabajadores de la Universidad Veracruzana, porque supo congraciarse con una gran parte de ellos,con un trato que oscilaba entre la franca camaradería y el chispazo jarocho de sus expresiones para calmar los ánimos y enderezar entuertos sindicales, con diferentes perfiles académicos tanto de disciplinas duras, de donde él provenía, como disciplinas blandas forjadas bajo criterios administrativos y sociales, y las reblandas, en el caso de las pertenecientes a las bellas artes.
Originario de las huestes de la flota jarocha, supo medir la política de la fuerza en los tiempos que el rector Roberto Bravo Garzón, hizo hasta lo imposible para impedir que el STUNAM, sindicato fuerte de la UNAM, se colara por la puerta de atrás en la creación de una agrupación sindical afín a sus corrientes laborales de izquierda, que parecía incidir en la presencia del SETSUV. Así, ante el naciente SETSUV, surgieron la FESAPAUV y la AFECUV, porque Bravo Garzón asi lo quiso establecer para mantener un control sindical afín a la rectoría. Por cierto, el próximo año se cumplen 50 años de esa jugada magistral de Bravo Garzón que, sin embargo, tuvo que lidiar en extremo con el SETSUV de doña Eloina Vargas de Cerdán, para concederle hasta lo que no .
Bajo los auspicios del reconocido rector, también jarocho, la vida sindicalista osciló primero entre los liderazgos apadrinados por algunos políticos allegados suyos, para después irse inclinando hacia la presencia cada vez mayor de los ex lideres estudiantiles, integrantes de grupos bravistas, que poco a poco se fueron asentando en la cúpula del poder sindical de la FESAPAUV.
Levet, considerado un líder fuerte por el respaldo de toda esa multitud de profesores afiliados al sindicato de una de las principales públicas del país, en realidad no lo era tanto como para generar mayores conflictos en el funcionamiento normal de la Universidad Veracruzana. Nunca hubo encabezó una huelga de importancia para presionar a los directivos universitarios. Amagos hubo muchos, quizás algún paro, pero la huelga nunca llegó porque los arreglos aparecían en el último minuto para negociar no el todo o el nada, sino el porcentaje conveniente para las finanzas estatales y federales, que se hicieron cada más más estrechas a partir de la llegada del control financiero de las universidades por parte de los tecnócratas liberales, alrededor del año 2000.
No obstante, cobró fama de gran negociador, porque si bien los aumentos salariales eran limitados , las prestaciones eran las que afirmaban su permanencia como líder por muchos periodos en la cúpula sindical de la FESAPAUV. Hábil político mantenía un control donde se mediaba, muchas veces, con la virtud de la amistad, esa que nunca escatimó Levet, para extender la mano a todos sus agremiados. Y también para extenderla a todos los funcionario que pasaron por distintas administraciones de la rectoría en la Universidad.
Su capacidad negociadora y habilidad para permanecer al frente de lides sindicales en la UV, se extendió hasta su liderazgo a nivel nacional en la CONTU, organismo nacional sindical universitario, donde Levet se convirtió, en los últimos años en el interlocutor principal ante la Subsecretaría de Educación Superior (SEP) y la Secretaría de Hacienda (SHCP) para gestionar los fondos extraordinarios (conocidos como U081) que permiten pagar aguinaldos y quincenas de diciembre en universidades quebradas.
Precisamente, iniciando el nuevo año, si las negociaciones con el gobierno federal no fructificaban ante el deterioro salarial y presupuestal de las universidades públicas, Levet ya anunciaba que ahora si se iban ir a paros nacionales todos los sindicatos agremiados al CONTU, para plantear su desacuerdo con los recortes financieros a que está sujeto ese sector educativo del país, desde hace 25 años, casí los años que tenia Levet al frente de la FESAPAUV. Pero ese paro, si es que se da, ya no lo tendrá al frente como líder nacional universitario.
Quiérase o no, aunque era un líder que nunca llevó a movimientos extremos a sus huestes sindicales, si era de reconocerse su capacidad de cabildeo y sus contactos directos en la Ciudad de México, que parecían ser eficaces para apoyos de último momento, aunque fuera a contagotas y que ahora dichas gestiones de rescate podrían retrasarse o endurecerse, poniendo en riesgo el pago de prestaciones de fin de año en varias universidades del país.
Su deceso no solo afecta a la Universidad Veracruzana, sino que deja un vacío de poder en la Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios (CONTU) en un momento estratégico: el cierre del ejercicio fiscal y las negociaciones del presupuesto federal para 2026. Viene ahora un momento difícil que, por lo general, dejan los líderes sempiternos que por largos años han comandado una agrupación sindical hasta su muerte. Ese momento es el del conflicto de la sucesión.
Sea quien sea el sucesor, tanto en la FESAPAUV como en la CONTU, difícilmente llegará a llenerse el hueco que deja Levet en cuanto, por ejemplo, a su conocimiento técnico y político profundo sobre cómo negociar subsidios para pensiones sin que los gobiernos estatales absorbieran la autonomía universitaria. Su ausencia deja a la CONTU sin su principal experto en la defensa de la seguridad social, en un momento donde se discuten reformas a las pensiones en varios estados.
¿Quiénes suenan para la sucesión en ambos frentes donde Levet era líder?
La problemática sindical universitaria es muy compleja. Por ejemplo, La CONTU agrupa a sindicatos muy diversos y poderosos (UNAM, UdeG, UAS, UV) que para mantenerlos unidos bajo una sola voz, como aparentemente lo hacía Levet, no se ve figura similar que entre al quite. Levet funcionaba como el «fiel de la balanza». Sin su figura conciliadora, existe el riesgo de que la Confederación se fracture en bloques tales como el Bloque UNAM, que podría intentar imponer una agenda más centralista; el bloque de provincia, que tiene necesidades extremas como lo son subsidios urgentes, que veían en Levet un dirigente siempre dispuesto a obtener esos subsidios. Con la partida de Levet se abre la posibilidad de una división en la lucha por el poder, que mermará aún más su interlocución ante el gobierno federal.
Hasta el momento hay tres fuertes figuras en la línea de sucesión de la CONTU:
El que parece el más fuerte es el Mtro. José Carlos Aceves Tamayo (Secretario de Organización de la CONTU y líder del Sindicato de la Universidad Autónoma de Sinaloa – UAS) y quien para muchos había sido la mano derecha de Levet en los últimos años, acompañándolo en las negociaciones de presupuesto en la Ciudad de México. Es joven, articulado y representa el relevo generacional, aunque enfrenta la crisis política actual de su universidad de origen (UAS), en donde, por cierto, se aplica la línea más draconiana que impuso el gobierno federal a una universidad pública, consistente en el recorte más abrupto de personal del que se tenga memoria en la historia laboral de las universidades públicas en el país. Con esos antecedentes, uno iría vislumbrando hacia donde se podría orientar la CONTU, si llega al poder, el Mtro. Aceves Tamayo.
La otra candidata es la Quím. Bertha Guadalupe Rodríguez Sámano (Secretaria General de la AAPAUNAM y de la ANASPAU) quien lidera al sindicato académico de la UNAM, el más grande y poderoso del país. Al ser la Secretaria General de la ANASPAU (la rama académica de la CONTU), es la figura con mayor jerarquía moral y política para asumir el mando y garantizar la unidad nacional frente al gobierno federal, con los riesgos consabidos de una visión más centralista y menos provinciana de cómo se deben resolver los problemas financieros de las universidades públicas en situación crítica anual, en algunos estados de la república
Ahora bien, hay un tercer posible sucesor que plantearía un parteaguas en el equilibrio sindical universitario de las universidades públicas del país, porque si bien la CONTU ha sido dirigida históricamente por académicos, el sector administrativo tiene fuerza a través de la ANSAU (Asociación Nacional de Sindicatos Administrativos Universitarios) que , precisamente, tiene especial presencia en las cúpulas de la CONTU, en la figura del Mtro. José de Jesús Becerra Santiago, líder del Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad de Guadalajara (SUTUdeG) que podrían levantar la mano si se busca un cambio de perfil hacia los trabajadores administrativos sindicalizados, que también están afiliados a la CONTU y que, por cierto, son el ala más aguerrida para mantener una postura más fuerte en las negociaciones con el gobierno federal.
En tanto, si en la sucesión de la CONTU, deja Levet una situación compleja para la sucesión, en la FESAPAUV, el asunto es más bien complicado, porque es el momento que muchos líderes de las regiones, contenidos por la mano de Levet, ahora ya no tienen freno alguno y es el momento quizás de alzar su mano para apuntarse en la sucesión de la FESAPAUV.
Pero digamos que solo hay cuatro figuras visibles en la sucesión y otras tantas invisibles, por ahora. .
Por lo general, ,en los sindicatos universitarios, la sucesión suele seguir con una línea estatutaria inmediata para evitar vacíos de poder, seguida de una elección o ratificación política; en este caso tendría mano el Mtro. Víctor Manuel Méndez Sánchez (Secretario del Interior y Previsión Social) para asumir el liderazgo interino y convocar a nuevas elecciones y quizás colarse en la terna.
Del mismo comité estatal, destaca el Ing. Eduardo Emilio Huerta Cortés (Secretario de Trabajo y Conflictos) quien se supondría que, al manejar los conflictos laborales y las negociaciones directas de cargas académicas y despidos, tiene el pulso real de los delegados y el «poder de fuego» operativo del sindicato
El otro candidato que puede aparecer es el Biol. Raúl Guillaumin España (Secretario de Organización) que es el encargado de la estructura electoral y la movilización del sindicato. Vamos, conoce la «fontanería» política de todas las regiones de la Universidad Veracruzana.
Y por ahora, en el sector regional, se puede apuntar a la Mtra. Irma Zamora Cortina (Secretaria General Región Xalapa).quien como dirigente de la región más grande y cercana a la Rectoría y al Gobierno del Estado, es una figura de peso que podría buscar la dirigencia estatal si se busca un perfil que unifique a la capital. Pero ahí la pregunta: ¿Quiénes de los Secretarios Regionales de la FESAPAUV alzarán la mano para ser los sucesores del ingeniero Levet, que los acostumbró a ser controlados con la mano suave y, en ocasiones, con el manotazo breve, medido y certero?
Resumen del Impacto
La muerte de Enrique Levet Gorozpe deja al sindicalismo universitario sin su negociador más experimentado justo frente a un gobierno federal que ha impulsado una política de austeridad estricta. Lo que está en juego en las próximas semanas es la solvencia financiera de diciembre y principios de enero, para decenas de universidades y la estrategia salarial para 2026, sujeta a la más ruinosa política de ser rebasada por los salarios mínimos nacionales.
La Universidad Autónoma de Sinaloa y su recorte de personal para sostener su presupuesto y su sistema de pensiones parece ser el ejemplo más fehaciente de lo que espera el gobierno federal que suceda en las universidades públicas del país.
Pase lo que pase, ya no estará Levet de por medio.
EfACICO 