CosmoVisión///Facico en el laberinto de la soledad


Raúl López Gómez, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

A pesar de los 71 años de gloria y prestigio de la histórica Facultad de Periodismo, hoy Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana, Facico, se encuentra atravesando una de las peores épocas a causa de la simulación, improvisación y contubernio de autoridades y el sindicato de personal académico FESAPAUV.

Todo esto, de manifiesto en el desinterés por el periodismo y la ausencia de vinculación de las nuevas generaciones con la era actual del ciberespacio en los tiempos digitales, y de los grandes avances de la inteligencia artificial con las llamadas nuevas tecnologías de la información.

Y es que, en la Facico se esgrime un nuevo plan de estudios que se guarda celosamente en la secrecía con la finalidad de entregar las cargas académicas con lo de siempre, el amiguismo, el compadrazgo y hasta el nepotismo, que no es nuevo, en donde familias enteras por más de cuatro décadas detentan el poder, mejor dicho el secuestro de una institución que le ha dado honor y gloria por más de siete décadas a la UV a pesar de la situación en su conducción precaria en algunos casos, y con decoro con sus ilustres personajes que son muchos en su historia.

Despojaron del cargo al impulso académico de los posgrados de maestrías y el doctorado, a la doctora Elizabeth Bonilla, precursora del desarrollo de la institución con éxito nacional e internacional.

Con el tiempo, la quitaron de la institución y optó por ocupar un modesto cargo en Xalapa con el apoyo del doctor Corzo, que no la abandonó y la rescató del mal pago de sus colegas maestros, y de la noche a la mañana salió de la Facico.

La Facico, se empantanó en un mal de inoperatividad con el contubernio de autoridades y un grupo de maestros, que se reparten como joyas las cargas académicas con un sesgo de favorecimiento a los “cuates” de la cofradía del falso reproche como diría Joaquín Sabina.

La institución se puede comparar con la casa de los famosos o de las telenovelas en donde por consigna entran y quitan a los maestros en un auténtico séquito de componendas al más viejo estilo sindical de la CTM en los tiempos de Fidel Velázquez, vigentes en el Macondo de los Cien Años de Soledad de Gabo, con el Papo Levet, dirigente magisterial eternizado y que ya tendrá que dejar el cargo por un ciclo natural de la edad como el rector de marras.

Ahora, con los efectos de una pandemia enquistada en las dependencias de la UV por la inoperancia y sólo persiste la clásica burocracia, que vive muy bien de la educación superior con bonos y sueldos como en Harvard, la directora, doctora Rossy Lorena Laurencio Meza, rindió su último informe de actividades a los ocho años de su actuación al frente de la institución que no brilló a causa de la pandemia.

En los próximos meses se dará el cambio en la dirección de la institución, en donde surgen nombres de los notables aspirantes al cargo entre Guadalupe Mar, Jorge León, Paty Aguirre y Pilar Anaya, todos doctorados que son la esperanza más viable para el rescate de una institución que pierde lustre del orgullo Facico de los cientos de egresados, desde cuando se comenzó como la antigua Facultad de Periodismo de la UV para gloria del alma mater.

Y es que el problema de los que dicen, es que no escriben ni la lista del mandado.

Como lo ha dicho siempre el más fuerte impulsor de la Facico en toda su historia, el maestro José Pablo Robles Martínez, periodista que no escribe, no es periodista. Andale. Así las cosas.

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