
- Por Maria Guadalupe Rico Martínez Egresada de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación
Los hallazgos más antiguos del maíz están en México. Tamaulipas alberga el 12 % de las variedades de maíz, algunas de ellas fundamentales para garantizar el abasto en sitios donde las heladas acaban con la siembra. Campesinos mayas y científicos coinciden con que el conocimiento tradicional podría incrementar el rendimiento de este importante grano sin usar transgénicos, solo se requiere invertir en infraestructura, investigación, transferencia de tecnología y servicios.
A principios de marzo en Tamaulipas, la transnacional Monsanto recibió la autorización para la siembra piloto, hecho que es previo a la libre producción y comercio. La Unión de científicos comprometidos con la Sociedad y 300 organizaciones campesinas se oponen a la siembra de maíz transgénico, debido a que el gobierno no ha dado a conocer los resultados experimentales de acuerdo a como lo determina la Ley de Biodiversidad.
La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) en octubre de 2009 permitió la fase experimental que ayudaría a documentar el uso responsable de la tecnología, su adaptabilidad, impacto, productividad y calidad de las cosechas y daría respuestas a dudas de los científicos.
Un estudio publicado en el Internacional Biological Sciencies, revela que tres variedades de maíz producida por Monsanto pueden originar daños en los riñones e hígado. El Dr. Ignacio Chapela, ecólogo microbiólogo defensor del patrimonio indígena en un controvertido artículo publicado en la revista Nature, dio a conocer en 2001 la contaminación en Oaxaca del maíz criollo, por lo que expresó que las plantas comerciales han sido encontradas por lo menos en 15 estados; que no tiene sentido se hagan investigaciones en México, que en varios países ya están concretados.
Otras naciones defienden el centro de origen y diversidad de sus plantas, atentar contra la diversidad genética existente en México presenta las bases para futuras crisis agrícolas y desde luego contra la seguridad alimentaria mundial. Analizar, la vida de Monsanto y su larga travesía en su lucha por entrar a tierras mexicanas, no lleva a ningún lugar porqué a decir por el eminente estudioso Chapela, el daño está hecho desde hace muchos años.
Periodista y docente de Desarrollo Sustentable
