Chiltoyac, bello escenario

Que emocionante estar en Jalapa, aprovecho para tener acercamiento con mi hijo Germán y  hermana Chayito, y los invito a la cena el viernes por la noche con Bigui, Mariela y Yolanda, desde ahí nos pusimos al corriente y en adelanto con los recuerdos que seguirían al día siguiente en La parroquia, frente al Parque Juárez.

Un regio desayuno al estilo veracruzano, departimos, reímos y carcajeamos, lo que pudimos. Esperamos sin respuesta la asistencia a las perlas ya recuperadas: Carmelita, Alba Luz y María Elvira. Ana Luisa, que prometió presencia. Quienes por uno u otro de nosotros decíamos que vendrían a la ansiada cita. Ya para esta velada se unieron Calderón y Cristiani, que no pertenecen al grupo pero que siempre serán bienvenidos.

Ante los acontecimientos decidimos partir rumbo a Chiltoyac, un bello pueblito, lugar natal de Yola quizás a 15 minutos de la capital, pero por azares de malos entendidos e incorrecta interpretación de la brújula y a pesar de las indicaciones cada vehículo arribó como pudo después de 1 horas o más. Y lo que había llegado a consenso de llegar en caravana, resultó un verdadero relajo.

Si, exactamente un verdadero relajo, en donde disfrutamos el paisaje y aprovechamos la espera en diferentes tramos de la carretera y el consumismo hizo de las suyas. Rebeca y Torritos, aprovecharon para adquirir la flor de temporada, Nochebuenas, que hoy ya también clonan los chinos aunque en forma artificial. Mariela, como siempre con sus simpáticos y satíricos comentarios, hizo aguardar amenamente.

Ya en casa de la anfitriona, nos recibieron con amplio y exquisito menú, un dueto de batería y guitarra, que interpretó melodías de nuestra época y hasta bailables que Torritos no quiso desaprovechar para mover el cuerpo en pareja con Calderón y así bajar un poco de los taquitos que para ese entonces digerían muy en su interior. Lolita Roa y Yola, cantaron,  ¡si se les da!

Disfrutando el guateque, recibimos a Adriana, en tiempos de la Facultad asumió el reinado de la escuela. Mata, mostró una fotografía de ese entonces, pues nada más ni menos fue el flamante y apuesto chambelán de la bella soberana, quien antecedía estudios, pero desde Huatusco, viajó para ser testigo de la ya anunciada “Cumbre”, denominada así por Anita. Recuerdos, tiempos de juventud.

   Transcurrieron los minutos, despedidas, y promesas para volvernos a ver, antes de que la vida  dé sorpresas, como la que hoy vive Rebe, quien supo sonreír a la par con todos para que nuestro reencuentro finalizara abrazado de los planes que desde un año atrás nos motivó. Gracias a la familia hospedadora, por ser nuestros cómplices. Gracias amigos, ex compañeros, Mata, Higinio, Alfonso, Bigui, Mariela, Torritos, Rebe, Yola. Calderón, Cristiani y Adriana, por ser copartícipes. Lolita, bien por tu declamación con mucha enjundia.

A los no presentes, nos hicieron falta.

Nos vemos en Oaxaca, Cumbre 2012