60 Segundos: CECAN, ANTIGUO HOSPITAL DE TUBERCULOSOS

* TALLERES MECÁNICOS,
EN PLENA VÍA PÚBLICA

En la ciudad abundan los talleres mecánicos que operan sobre todo en espacios abiertos y sobre las banquetas de nuestras calles y avenidas.
Además de ofrecer un espectáculo nada grato, estorban a la circulación vehicular y el paso de las personas.
Y siempre, se anuncian programas para realizar una limpia completa de estos talleres y otros establecimientos, pero que generalmente suelen ocupar mitad de las calles, sin que nadie diga algo, no obstante que por los materiales que utilizan constituyen serios retos para la vida pacífica y normal de la capital.
Los dueños de estos talleres, suelen hacerla también de propietarios de la arteria pública. El poder municipal, se encuentra imposibilitado para imponer el orden. Como tampoco tiene los tentáculos para poder pedir a la Sedema que coadyuve en la limpia del ambiente, tan contaminado como es el que enfrenta la capital del estado de Veracruz.
Así las cosas, la ciudad exhibe un felón escenario.
Carromatos abandonados, chatarra vil, continúa ocupando numerosos espacios de la ciudad, sin que a nadie se le ocurra un exterminio radical de estos efectos, que enturbian el ambiente y chocan con tantas políticas ambientalistas, que se dice, tienen su aplicación en la localidad.
Voces provenientes de los cuatro costados de la capital, refieren que arterias públicas completas son ocupadas por estos malos e inconscientes comerciantes de baratijas y que ocupan calles y avenidas en colonias céntricas y periféricas, como son igualmente los talleres mecánicos y de hojalatería, que le han robado la estética a la otrora ciudad de las flores y la Atenas, se dice de la entidad veracruzana.
Hay programas que siguen brillando por su ausencia, que se anuncian con bombo y platillos, pero solo para el lucimiento político de sus actores principales, cuando la atención a la imagen de la capital del estado, se supone, que es primero. Al tiempo.

* CECAN, ANTIGUO
HOSPITAL DE TUBERCULOSOS

También en linderos donde se presume que la salud humana debiera ser primero, hay sus yerros que se deben a la burocracia bajo la cual operan planes y propósitos en la materia y que a la postre, resultan o constituyen un fiasco.
En lo más alto de la ciudad, en el cerro de Macuiltépetl, se erigió en los años 50 del siglo XX, un hospital de neumología, desde el cual atacar a los enfermos de la tuberculosis, peste blanca o el pulmón, se decía.
Un viejo galeno, el doctor Bulmaro Cortés, hizo historia atendiendo a los pacientes chicos y grandes, que contraían la enfermedad, la cual se atribuía a diversos orígenes, entre otros una deficiente alimentación, la pobreza extrema y la miseria. Sin embargo, el doctor Bulmaro, hizo lo que pudo y salvó muchas vidas.
Después le seguiría el doctor Alejandro Sánchez Zimeddinger, que igualmente, vio por decenas de pacientes del pulmón, pero fíjese usted, que la arribazón al nosocomio correspondía a los lugares más apartados de las sierras y los poblados chicos sobre todo, aquellos, que en este momentos siguen careciendo de servicios de agua, luz eléctrica y pavimento o asfalto en sus calles.
Ambos personajes forjaron una larga trayectoria que vio, atacó y salvó vidas, pero también que enfrentaron la enfermedad.
Sin embargo, se cuenta que las enfermedades del pulmón, no es verdad que hayan desaparecido.
Y prueba de ello, es que el gobernador Miguel Alemán Velasco, ordenó la compra de un broncoscopio, cuyo costo en su momento fue de seis millones de pesos, el cual se hizo llegar a las bodegas del Cecan y allí se mantuvo seis años más, porque el especialista en su manejo no lo había.
Siendo el doctor Pedro Coronel Brizzio, director del mencionado centro médico, quien contrató los servicios de un galeno especialista en materia de enfermedades del pulmón, que inmediatamente puso en actividad el mencionado aparato bronco respiratorio, llegó la administración de Pablo Anaya Rivera, pero éste no coincide con que haya pacientes en ese rubro, así que se desistió a seguir pagando el salario del galeno de dicha institución.
Hoy no existe el profesional que se haga cargo del costoso aparato, pagado con contribuciones fiscales del común de ciudadanos veracruzanos, aspecto que tampoco denuncia la contraloría interna del sector salud, convirtiéndose en cómplice de este atentado a la salud pública y que por otro lado, suscribe una página de abandono en la materia en cuestión que afecta sobre todo a centenares de veracruzanos.

* JARDINERÍA
ABANDONADA

Xalapa es una ciudad que todavía cuenta con 37 mil árboles entre los que incluye pinos, oyameles, arbustos, naranjos y otros, que igual siguen a la espera de una poda equilibrada y un cuidado permanente.
Cuando operaban las cuatro delegaciones municipales y un área dedicada a ver por el medio rural, había un cuidado aunque somero de la vegetación y riqueza arbolaria en nuestras calles y avenidas, colonias y congregaciones.
El parque del Haya, significaba para la ciudad, el rico laboratorio en el que se habrían de vigilar y cuidar la generación de nuevas plantas, flores, arbustos y árboles.
Xalapa, gozaba de tener fama como ciudad de las flores y de tener una base cultural en la materia, en la cual inclusive participaban las amas de casa, cuidando sus plantitas y macetas en sus corredores, jardines y patios, cuando la mayoría de las viviendas los contaban en sus patios.
Sin embargo, esta política que promovía el atractivo natural de la ciudad cayó en un slump, que lleva muchos años sin poderse recuperar.
En el Haya, un abogado inició el mejoramiento ambiental, el cual obviamente dejaría de dar al clavo en un programa como éste.
Entra una bióloga en su lugar, a la cual nadie le ha autorizado ningún nombramiento de jefa de la unidad de mejoramiento ambiental, pero dicta órdenes.
Clara Tamariz, es todo un caso, pues sin ser una autoridad estuvo en alumbrado público con Julio Ornelas, luego se ungió en jefa de mejoramiento rural, cargo que no existe y ahora aparece como titular de mejoramiento ambiental, corriéndose indudablemente un severo riesgo, porque la asignatura tiene que ver con la propia vida de las personas.
La dama otorga dictámenes, se cuenta en mentideros suyos, sin el soporte jurídico y legal de rigor. Hasta consideran que Tamariz violenta funciones y usurpa otras.
Y por caso a los 37 mil árboles los vigilan 60 personas únicamente, ya no contratan más personal como se hacía anteriormente con recursos del ramo 033.
Tal vez , los cambios burocráticos en el ayuntamiento tengan que ver con que Roberto Ramírez, director de medio ambiente heredó el cargo a Clara Tamariz Huesca Y por otro lado, el anterior director del rubro Héctor Andrade, ahora despacha en la Sedema.
Mientras la riqueza natural de Xalapa, va tumbos, sin duda alguna.