La Unión Europea pone un alto a los productores electrónicos


Por María Guadalupe Rico Martínez, egresada de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

En las afueras de Accra, la capital de la República de Ghana, ubica el barrio de Agbogbloshie y ahí el mayor vertedero de residuos electrónicos de África, uno de los más grandes del mundo. A pesar que la Organización de las Naciones Unidas prohibió mediante la Convención de Basilea de 1989 la exportación de residuos tóxicos y artículos peligrosos incluidos los electrónicos, a países en vías de desarrollo; la realidad es que millones de toneladas de aparatos electrónicos dañados y en desuso arriban anualmente a Ghana y Nigeria provenientes del puerto de Amberes (Bélgica).

Hoy la Unión Europea pondrá alto a lo que origina el particular problema que daña no solo la salud de un país subdesarrollado indefendible, sino también al perjuicio que está ocasionándosele al planeta. Los productores de tecnología, serán responsables en forma legal y financiera del retiro y eliminación de la basura electrónica. La ley que rige desde el 2003 en su actualización aprobada por el Parlamento Europeo castiga además la exportación ilegal y pone como meta el 2016 para recuperar el 45%  del producto para que sea reciclado o desechado en  2019.

Parte de lo que el mundo vive con esta realidad desde 1932, es la denominada  obsolescencia programada u obsolescencia planificada; determinación, planificación o programación del fin de la vida útil de un producto o servicio de modo que tras un período de tiempo calculado de antemano por el fabricante, se torna obsoleto, no funcional, inútil o inservible. Ante lo anterior, es que los países generan una basta cantidad de despojos.

Reportes nacionales mandados al sistema del Convenio de Basilea sugiere que  180 millones de toneladas de desperdicios tóxicos se generan anualmente alrededor del mundo. Aproximadamente, 9.3 millones de toneladas, restos que se mueven de país a país cada año.

Esperemos que la Unión Europea ponga alto a la larga carrera de la obsolescencia programada, que originó mayor deterioro al medio ambiente con la contaminación del aire, agua y tierra al exceder la elaboracio´´on de electrónicos y que ahora tendrán que regularla porque serán los productores responsables de barrer la casa y encargarse de tirar la basura.

 

Periodista y Docente de Desarrollo Sustentable

http://www.verde-claro.org

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