60 Segundos: Los porros en el sexenio de RHO


Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

* FALTAN CAMAS EN
URGENCIAS DEL CIVIL

En la época del rector Roberto Bravo Garzón, la Universidad Veracruzana tuvo la presencia de los porros que sin control alguno ejercían su poder sobre facultades, directivos, profesores y estudiantes de la universidad

La catástrofe a los políticos importa un bledo en materia de la salud pública.
Uno de los males que afronta el Hospital Civil Dr. Luis F. Nachón, son sus ocho camas destinadas al área de urgencias, siempre ocupadas, sábanas sucias y materiales de curación a sus costados, sin que ninguna autoridad imponga el orden.
El médico especialista queda de una pieza cuando pregunta en qué momento podrá intervenir quirúrgicamente, que está en la lista de espera, con 24 horas de retraso y nadie le responde o nadie tiene la respuesta de rigor.
El hospital Civil, tiene una historia plagada de anécdotas y cuitas, en las que los políticos se constituyen en los héroes o los responsables de su debacle.
Si el seguro médico que gobierno federal puso en marcha se cumpliera, el nosocomio y cualquiera otro, serían insuficientes para atender a una clientela monumental en un país, donde los males de salud, se multiplican copiosamente debido a que el común tiene una pésima dieta alimentaria, vicios, malas costumbres y otros agentes que conllevan a producir más enfermos.
Si a esto le agrega usted, las graves carencias de espacios, medicamentos, que están siendo sustituidos por otros con menos propiedades curativas, médicos especialistas, personal de enfermería y funcionarios dedicados a la administración de estos nosocomios, con faltantes y proclives a la corrupción, no puede menos que esperarse una desastrosa atención a sus pacientes, la que se registra todos los días en los nosocomios de asistencia pública.
Las ocho amas que integran el área de urgencias en el Hospital Civil, apenas tienen un área de quince metros de largo por cuatro de ancho, un pasillo la cruza, donde tienen que rosarse médicos, enfermeras y personal de limpieza, sin suficiente ventilación, cero climas artificiales, separados uno y otro paciente por una cortina de plástico y mesas propias de los consultorios repletas de platos con residuos de comida, sin ser retirados.
El nosocomio es insuficiente.
Afuera del edificio, familiares de los pacientes amontonados, confían en que sus parientes allí recluidos en urgencias saldrán satisfactoriamente. Sin duda, el bien más importante para cualquiera después de tener la vida, seguramente es la salud.
Un día, don Fernando Gutiérrez Barrios arribó siendo gobernador a las instalaciones del hospital y luego de escuchar los hayes de dolor y gemidos de 40 lesionados en un accidente de autobús de pasajeros, determinó construir el CEM. Un milagro semejante están esperando que se repita, allí en el doctor Luis F. Nachón, hundido en el abandono, la pobreza extrema, sin medicamentos, sin espacios, ni especialistas en buena medida, con vocación de servicio.

* LOS PORROS EN EL
SEXENIO DE RHO

Los porros vienen de la época del gobernador Rafael Hernández Ochoa.
Durante su régimen se anidaron y crecieron en las aulas universitarias, auspiciados y respaldados monetariamente por la propia autoridad de la máxima casa de estudios.
Grupos juveniles incursionaron en la lucha estudiantil, pero afirmaron su mayor poderío bajo el rectorado del extinto Roberto Bravo Garzón.
Los estudiantes, en esa ocasión ejercieron una real fuerza política y de influencias en el mundillo de las instituciones educativas. Nada parecido operaban los muchachos a los grupos juveniles que dieron la batalla al régimen federal, durante los años de 1968 y 1971.
En la época porril, que mantuvo el acoso permanente a la Universidad Veracruzana, el grueso de la población experimentó situaciones de verdadera felonía. Entonces los porros asaltaban los establecimientos comerciales, saqueaban sus cajas de caudales, golpeaban, a veces asesinaban, pero toda su actuación quedaba en la absoluta impunidad.
Así llegó el porrismo al primer año del sexenio, que encabezaría el gobernador Agustín Acosta Lagunes…Y uno de sus centros de mayor fortaleza, era la facultad de derecho, donde a los porros se les identificaba por sus alias y ejercían una influencia brutal en salones de clase y en la persona de numerosos profesores de la licenciatura¬.
Traficaban con las calificaciones, mandaban en los archivos del plantel forjador de licenciados en derecho y sometían a su arbitrio a determinados académicos, a la hora de determinar las calificaciones que asentaría en sus actas de rigor, con porcentajes de aprobado a los rijosos, que solían ser un verdadero peligro para la causa diaria del plantel, a ciencia cierta no acudían a clases, pero mantenían el control del mismo, metido bajo la gresca cotidiana, la toma del edificio de la escuela o correteando a los correligionarios suyos, pero este movimiento de porros estaba condenado a fenecer.
Claro está, no murió el porrismo con el gobierno de Hernández Ochoa, que lo había arropado durante sus años de ejercicio político y administrativo de las instituciones públicas estatales.
Con el arribo del gobernador Acosta Lagunes, los porros se verían acorralados y una vez metidos en un cerco imaginario el mandatario estatal, le asestaría el mortal golpe haciendo publicar sus nombres con sus fichas judiciales en los periódicos , dando inicio a una batida con los cuerpos policiacos, que concluyó cuando encarceló, desapareció y eliminó de las aulas escolares a los jóvenes de fuerza bruta, escasa inteligencia, pero ambiciosos por ejercer un supuesto poder en y dentro de las instalaciones escolares.
El principal grupo tenía nexos en la facultad de leyes, donde su director Francisco Loyo Ramos, escribió una importante página con la eliminación del porrismo en dicha institución.

* SIN AMOR PARA
LOS ANIMALES

Hay quien asegura que si no hay amor para el grueso de la humanidad, los animales calificados como domésticos, están más que fritos en vida.
En la ciudad se carece de centros receptores de canes y gatos, que los cuiden, salven de las enfermedades y los ataques de los malosos, que no solo odian sino que maltratan a los perros y gastos, sobre todo.
Presumir de un herpentario en Xalapa, como lo vienen haciendo algunas gentes de buena voluntad, es simplemente un cuento chino o uno mexicano con aristas de oriental.
Esto viene a colación, porque a últimas fechas, se ha multiplicado visiblemente el número de canes corriendo por las calles, sin aparentar que tengan un dueño. Lo suyo ocurre con los mininos, cuya cifra igual, resulta hasta cierto punto alarmante.
Nomás quien lo quiera constatar, que se aposte en cualquiera de estas mañanas frescas de Xalapa, ante el pórtico del antiguo panteón sobre la calle 5 de febrero y podrá avistar medio centenar de gatos a la manera de vigilantes y celosos guardianes del cementerio.
El «matadero» de mascotas, como califican algunos el recinto hasta donde son llevados numerosos de estos animalitos, allá rumbo a la congregación de El Castillo, actúa de manera indiscriminada, levanta en la calle a los perros y gatos callejeros, se dice, pero su sacrificio lo ejecuta sin miramiento alguno.
Algunos particulares, una joven Jeniffer, pasante de la licenciatura en derecho y otra profesional de la pedagógica Jesica, quienes, en la arteria pública recogen las mascotas sin aparente dueño, las llevan a sus domicilios particulares, las curan, las alimentan y si pueden las colocan con algunas familias , quienes si gustan , dan protección a dichos animalitos, pero mientras no exista un ordenamiento jurídico y legal, que vea por aquellos, seguirán causando lástimas en las calles de la ciudad.
No hay que olvidar que muchos de éstos están enfermos, ya que su consumo de porquerías en la calle se realiza sin ningún control y por otro la ciudad carece de perreras o lugares similares, que vean por la salud de aquellos, cuyos derechos, se dice por otro lado, a la vida y a tener una existencia con una alimentación saludable, tendría que ser como sucede en cualquiera del resto de los seres humanos.
Algunas veces, las instancias destinadas a ver por la salud humana, expresan un comentario en relación a las mascotas y su cuidado, pero solo se registra como letra muerta, en la realidad nada de ello ocurre. Y por otro lado, como el discurso sobre el cuidado de los animales domésticos, a nadie hace lucir, el grueso de políticos en esta materia, no se meten, así de falsos perdona-vidas se conducen.

1 comentario

  1. Uno de los gobiernos veracruzanos que más impulsó el porrismo y contradictoriamente se preocupó por que Veracruz fuera la «ola verde» del deporte, fue Fernando López Arias. Inclusive, fue quien promovió aquella magna colecta en 1969 para reconstruir las finanzas de Educación Media y que la voz popular dice que se quedó con 30 millones de pesos. Eso ya lo comentaré en mi columna INDICE… próximamente… Ruperto Portela Alvarado, desde Tuxtla Gutiérrez, Chiapas… Felicidades por tus comentarios en «60 Segundos»…

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