El Reporte del Cóndor: El candidato sorpresa del PRD para la alcaldía de Xalapa +Como tratar el reto de Miguel Angel Yunes al gobernador Duarte +La autonomía sindical una arma de doble filo

En algunos círculos de conversación política está apareciendo un nombre de manera constante como el candidato sorpresa del PRD para la alcaldía de Xalapa. De ser veraz la información y concretarse la especie, realmente sería un candidato sorpresa y de gran peso el que contendería por la capital del estado, en tiempos donde la incertidumbre campea los ánimos de todos los partidos políticos, a excepción del PAN.

Convertida en una tierra desolada para el PRI, producto entre otras cosas por las pésimas selecciones de candidatos y la nula presencia del liderazgo estatal priista para convenir en unidad a grupos de poder locales, Xalapa es la joya de corona, puesta otra vez a disposición de una lucha donde, tal parece, Abel Cuevas camina con decisión a ser un candidato con mucha fortaleza para ganar la plaza.

Tradicionalmente una ciudad de raigambres culturales muy fuertes, ademàs de ser el corazón político estatal por la presencia de los tres poderes máximos de gobierno en la entidad, la tendencia del voto ha sido cada vez màs en contra de todo lo que huela a partido tricolor.

De nada ha servido, o muy poco, que el sindicato académico de la FESAPAUV, con supuesta presencia en el ámbito universitario, se afane en mostrar en todo momento su adherencia al Partido Revolucionario Institucional. Son un grupo corporativo de poco peso no solo en las áreas urbanas de la capital veracruzana, sino en entre sus propios miembros sindicalizados. Vamos, al sindicato universitario no le alcanzan los votos ni para sostener una candidatura propia a cualquier puesto de representación popular. Su única diputación obtenida ha sido por la vía plurinominal. Su fuerza es exigua y mezquina, solo alcanza para repartir prebendas entre unos cuantos allegados, con el pretexto de ser una fuerza representativa que nunca se ve en las urnas.

En los tiempos de Fidel Herrera, con otro estilo de quehacer político, se optó por entronizar en las candidaturas a ciudadanos, o ciudadanas, que nada tenían que ver con el PRI. Así llegaron Elizabeth Morales, una conductora de televisión afamada desde la burocracia estatal, Dalia Pérez Castañeda, también conductora de televisión y ligada a algunas actividades culturales xalapeñas, y Ricardo Ahued, un hidalguense avencidado en la ciuda y con fama de chacharero de éxito.

Lo que percibió ya desde entonces el cuenqueño es que Xalapa no tiene fe ya en los políticos priistas tradicionales. Vamos, el PRI los tiene hasta el copete y solo con los candidatos ajustados desde fuera, con un poquito de la maña electoral a trasmano , el tricolor pudo ganar en los últimos años, hasta que llegaron las elecciones de este año, donde el caso Reynaldo fue un estrepitoso fracaso, resultando en tercer lugar de la votación para diputado, atrás incluso de la candidata panista, una fuereña, que logró superarlo nomàs moviendo el abanico para echarse aire, sin hacer campaña.

Ahora, el PRI se hunde en el despropósito y la falta de imaginación. Sin la gracia y malicia de Fidel, pretende repetir la misma recetita de antaño, sin creatividad alguna, haciendo aparecer como un viable a Ricardo Ahued que, campechanamente, se da a desear, no sin hacer énfasis, en todo momento, que a él le viene guango el PRI.

Otros emisarios del pasado como Manolo Fernández, hasta reune su propia peña de amigos, para querer repetir en la alcaldìa que ya tuvo allá por la década de los ochentas, con el apoyo de incondicionales como Carlos Rodriguez Velasco, ligado por cierto a las fuerza política de uno de los Yunes (el bueno no el malo, o al revés)

Juan Antonio Nemi, un cordobés avencidado en Xalapa por razones de trabajo, también se cuela entre los nombres, filtrado por ahí de vez en cuando, solo para dar el sabor al caldo de los prolegómenos de la lucha, en donde todos los anunciados no garantizan una candidatura de peso completo, aun incluyendo a Nemi, que ya es mucho decir.

Por eso Abel Cuevas, socarronamente, se pasea jubiloso por las colonias de Xalapa, agotando al máximo, y hasta el último momento, las bondades de SEDESOL. Es de Coatepec, pero eso no importa, Xalapa ya puede ser de todos y además cuenta con el apoyo de quien realmente está en vías de convertirse en el tlatoani político de Veracruz, uno de los Yunes (el malo no el bueno, o al revés) que apostará todas sus relaciones para que el panismo se entronice en la capital del estado, como un estandarte del reposicionamiento nacional del PAN, además de convertirlo en un bastión para la futura lucha por la gubernatura del 2016, donde contenderá un Yunes más (el chico, no el grande, o al revés)

En función de lo dicho antes, la sola mención de ese candidato sorpresa de los izquierdista que viene por la alcaldía de Xalapa, es la única posibilidad de mandar al PAN al segundo lugar en la votación. Por esa razón Ricardo Ahued le piensa y le repiensa porque tanto él, como los otros que se nombran como posibles precandidatos del PRI, ya fueron avasallados por el poder político del candidato de la izquierdas que se enfila también a tomar como Xalapa, como una antesala también de la gubernatura del 2016. De ese tamaño es la disputa por la alcaldía xalapeña en los próximos meses.

Además, ese candidato que ya viene, si no pasa algo en  contrario, tiene otra virtud, conoce y mantiene fuertes nexos con todos los líderes de las colonias xalapeñas, asi como gran parte de la sociedad xalapeña y hasta con los principales políticos locales tanto del PRI como del PAN, por razones del encargo de poder que ya tuvo en años anteriores. Ha visitado todos los círculos del cielo y todos los del infierno, metafóricamente hablando, de la política veracruzana. Solo ante él, Abel Cuevas Melo, comenzaría a sudar frío.

A estas alturas, usted lector ya sabe de quien se trata. Ya se empieza a colar su nombre en algunos medios. Nosotros no lo diremos, porque en esta columna no aceptamos filtraciones.

Como tratar el reto de Miguel Angel Yunes al gobernador Duarte

Una vez más Miguel Angel Yunes, quien se avizora como el polìtico de más poder en el Estado de Veracruz en los próximos años, reta al gobernador Javier Duarte a que proceda contra su antecesor, Fidel Herrera Beltrán, para hacer cumplir lo dicho por el mandatario en el sentido de que se hará cumplir la ley en Veracruz, no importa caiga quien caiga.

El tono de la declaración de Yunes Linares es de sorna, al catalogar lo dicho por Javier Duarte como un «bla bla bla» más al no actuar contra «el pillo que dejo en la quiebra al Estado de Veracruz», por lo que indicó que al no hacerse nada en contra del político cuenqueño todo lo dicho por Duarte no da más que para llenar una nota periodística o radiofónica más.

Aqui debería convertirse el asunto en  un problema de comunicación social y de estrategias de reacción. No hacer nada al respecto, es simplemente apechugar al ritmo de que el que  calla, otorga.

Claro está que la declaración se da en el marco de la barrabasada de Arturo Bermudez Zurita, Secretario de Seguridad Pública, que con lo afirmado públicamente de que en Veracruz hubo una época que era para presumirse  tener una amistad con alguno de los zetas, afirmación que solo da a entender que el señor está pidiendo a gritos que lo quiten o que simplemente, como diría Capulina, en realidad no quería decir lo que dicen que dijo que decía., tal vez, quizàs, es posible, que se yo.

Obviamente, no corresponde al gobernador  contestarle a Yunes, pero si a alguien que represente a cualquiera de los otros dos poderes del estado, embarrados indirectamente por lo dicho por el choleño. Mucho menos corresponde a un periodista a sueldo el desprestigiar a Miguel Angel, y menos en paquete, como se estila últimamente, que hasta con puntos y comas, se reproducen, al unìsono,  versiones oficiales a través de textos periodísticos supuestamente libres e independientes.

Sin embargo, no hay que ser tan exigentes en el marco de un equipo político que hacer aguas por muchos lados, sin que se de luz verde a los cambios que seguirían después de la remoción de Leticia Perlasca. Pero eso no debiera obstáculo para pintarle la raya a Miguel Angel Yunes, nomás para marcar distancias, mínimo.

La política de Comunicación Social del Gobernador del Estado de Veracruz requiere una renovación tanto discursiva como estratégica. No es posible que en cualquier momento, el gobernador sea el blanco de todo tipo de ataques, burlas, denuestos, menosprecios y hasta calumnias, sin que haya de por medio la correspondiente reacción informativa, sin caer en polémicas, por supuesto.  Y para eso no basta tener canales de comunicación y emisores  que reaccionen al unìsono, sino estrategas y analistas de escenarios en retrospectiva, perspectiva y prospectiva política. Ah, y funcionarios que funcionen, y funcionen bien, por supuesto…

La autonomía sindical una arma de doble filo

El asunto de la reforma laboral se ha embrollado en la Càmara de Senadores donde Emilio Gamboa Patròn da muestras de que no controla ni a los representantes de su propio partido, ya que en días pasados una muestra de rebelión por parte del grupo de senadores sindicalistas de su partido, que manifestaron que no aprobarán ningún cambio extra a la reforma laboral enviada por minuta a discutir en el senado, tal y como pretenden los senadores del PAN y el PRD.

Sobretodo el PAN que, encabezados por Javier Lozano -que pasará seguramente a la historia como el chicotito de los sindicatos en México, pretende incluir temas tales como   información pública el contenido de los estatutos sindicales, contratos colectivos y reglamentos interiores de trabajo; reglas para la distribución de los bienes del sindicato, en caso de disolución, y requisitos adicionales para los emplazamientos a huelga que tengan por objeto obtener del patrón la firma de un contrato colectivo de trabajo.

Entre los senadores priistas, de arraigo obrero, que se oponen terminantemente a cualquier modificación a lo ya aprobado en la càmara de diputados, está incluido hasta un representante del estado de México, que obviamente fue nominado por el grupo peñista para llegar al cargo.

Lo que se percibe es que el asunto de la autonomía sindical, al menos en los rubros de la rendición de cuentas y los de la transparencia que ahora se pretende agregar por parte de los panistas secundados por los perredistas, es un asunto de doble filo que puede complicarse para Enrique Peña Nieto cuando aún no toma posesión en el cargo de presidente, por más que se pasee como virtual mandatario por toda Europa.

A tal grado ha llegado los enfrentamientos internos, que Gamboa Patrón no ha podido anular pese a su sonrisita diplomática, que ya el presidente del Consejo Coordinador Empresarial de México publicó ayer un desplegado instando a los senadores a que ya no le hagan reforma alguna a la minuta de la reforma laboral y que la aprueben sin dilación. A esta petición se uniò  la CANACINTRA, provocando declaraciones de Javier Lozano, al igual que de Dolores Padierna, de que no serán sometidos por presiones de ese tipo en su deber de hacer ajustes en la reforma laboral.

¿Qué es lo que está pasando? Simplemente que tal parece que se está llevando a la discusión y posibilidades de modificaciones de la reforma laboral a los terrenos de un regreso a la Cámara de Diputados para enfilar el documento a la congeladora. Todo ello no son mas que piedritas en el zapato que le están colocando a Peña Nieto para tantearlo, justo en el momento que no tiene el poder completo, y que podría ser el primer revés político del presidente entrante.

Por eso Elba Esther ya intuyó que el presidente electo no las tiene todas consigo todavía y aunque en el discurso ven un tono de despedida, bien pudiera ser que le están advirtiendo al nuevo gobierno que las fuerzas políticas que todavían dominan al paìs no se van a marchar tan fàcilmente.

Lo que si se nota es que los panistas calderonistas le están echando fuego a la hoguera con un afán tambièn de presión sobre el grupo peñista. No es gratuito ni por amor a la transparencia que estàn amenazando con cambiar la minuta. Quieren algo a cambio, en un momento que el presidente Calderón está ya en declive y que, seguramente, se va con las espaldas descubiertas.

Si el conflicto sindical lo une usted al conflicto de Michoacàn y cualquier otro que pudiera aunarse de aqui al primero de diciembre, el panorama de entronizaciòn peñista puede empañarse, incluso con severos riesgos de situaciones aun más violentas. Para ello Poiré está soltando ya amarras, sin importar que muchas asuntos se vayan a la deriva con riesgo de choques frontales. Y eso solo es indicativo  de que  Calderón lo està induciendo, con vías de negociar algo a cambio.

Son aguas todavía turbulentas en las que navega Peña Nieto antes de ser presidente. Las olas pueden crecer si de antemano hay grupos de poder que se sientan agraviados por la reforma hacendaria y energètica próxima a promocionarse, asi como la sola mención hecha ayer de que se luchará contra los monopolios en México.