Irene Arceo desde Francia: El eterno encanto


Por Irene Arceo, egresada de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Por Irene Arceo, egresada de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

(Segunda parte)

UN “MONSIEUR NORMAL” EN EL ELISEO

Desde que el abogado veracruzano Ignacio Morales Lechuga fue embajador de México en Francia, o escuchar a alguien presumir  sus viajes a  ese  país, desde el ambiente chic del liceo Franco Mexicano en Polanco, donde estudiaron mis hijos, o antes desde mis lejanas clases de francés en la  Alliance Française en Veracruz, me  interesó la cultura y civilización francesa, esa que hoy está flotando en medio de una severa crisis económica y política según la prestigiada revista  londinense  The Economist que  apunta  que  Francia se podría convertir en el principal  peligro  para el Euro, la moneda única europea.

La portada de la  liberal, influyente e incisiva  revista británica  The Economist  que circuló en noviembre y diciembre  molestó al presidente  galo  Francois Hollande  y no es para menos : presenta un atado de baguetes  amarrados con   la  bandera de Francia  del que sale una mecha encendida  y el encabezado reza: en inglés “ Una bomba de tiempo  al corazón de Europa”  para  anunciar un extenso reporte especial sobre la situación actual de ese país, su economía, su crisis social, su ausencia de reformas estructurales, sus 35 horas laborales, su deuda y su presidente “socialista”.

bomba de tiempo en el corazonMonsieur Hollande  ha reconocido que Francia carece de competitividad, pero se requiere de audacia y firmeza  para promover un mercado laboral más flexible reduciendo además el tamaño excesivo del estado, al «hacerlo mejor,  con menos gasto”. Hollande  pretende  reformar a Francia, basado en que  su partido tiene el poder en la legislatura y en casi todas las regiones por eso,  hoy la izquierda debe ser más capaz que la derecha de persuadir a los sindicatos a aceptar los cambios  recomendados  por el inversionista  Louis Gallois de  reducir la carga de los costos sociales de las compañías.

Enfrentado por la gravedad de los problemas económicos de Francia, Hollande ya implementó una serie de medidas de izquierda, entre estas, una tasa de impuesto sobre la renta de 75%, aumento de los impuestos a las empresas, la riqueza, las ganancias de capital y los dividendos, un salario mínimo más alto y un regreso parcial de un aumento previamente aceptado de la edad de retiro.  La respuesta  no se hizo esperar: el  acaudalado y prestigiado  actor Gerard Depardieu abandonó el país; primero, cambio su residencia a  Bélgica y finalmente  recibió el pasaporte ruso junto a un caluroso  y muy publicitado abrazo  de su amigo  el presidente Vladimir Putin.

Durante su  campaña,  Hollande apenas mencionó la necesidad de reformas  a los negocios, concentrándose en  la austeridad. Además, su Partido Socialista continúa sin modernizarse y es hostil al capitalismo: desde que empezó a alertar sobre la competitividad de Francia, su rating de aprobación se desplomó. Peor aún, Francia titubea mientras, todos los países de la eurozona están haciendo reformas estructurales. Recientemente el FMI advirtió que Francia se arriesga a quedar detrás de Italia y España.

Así, están en juego  no solo el futuro de Francia sino el del euro. Hollande  ha acosado a la canciller alemana  Angela Merkel por empujar demasiado fuerte la austeridad. Pero se ha escondido  cuando se trata de la integración política necesaria para resolver la crisis del euro. Francia a regañadientes, ratificó el reciente pacto fiscal que otorga a Bruselas poderes extra presupuestarios. Pero ni la elite ni los votantes están preparados para transferir más soberanía, ni para reformas estructurales profundas. Hay mucho que hacer en poco tiempo.

Mientras la mayoría de los países discuten qué tanta soberanía tendrán que sacrificar, Francia está evitando cualquier debate sobre el futuro de Europa. Hollande sufrió fuertemente en el 2005 cuando los votantes rechazaron el tratado constitucional de  la UE después que su partido se dividió en dos. Una repetición de esto lanzaría a la moneda única al caos.

En la economía doméstica se cree que  la Unión Europea (específicamente Alemania como herencia de Sarkozy), ha  trastocado  los intereses franceses y es sintomático el triunfo del liberalismo anglosajón dentro de  las instituciones europeas. Este no es un asunto de izquierdas o de derechas pero algo hay que hacer, toda vez que  algunas  reglas de la Unión Europea impiden  que escuelas en Normandía compren manzanas, producto de cosechas locales  por lo   que consumen  frutas  más caras dando prioridad a la importación. En otro ejemplo: un brote de Brócoli del tamaño de una mano adulta  que en México cuesta de 5 a 8 pesos, en Paris  vale   dos Euros.

Con todo, hasta ahora los inversionistas alemanes  han sido indulgentes con Francia; de hecho, las tasas de interés a largo plazo han descendido un poco. Pero plantean que tarde o temprano el Euro caerá. No se puede desafiar a la economía por mucho tiempo, a menos que Hollande se muestre dispuesto a cambiar el  modelo económico francés de  hace 30 años.  Muchos países de la eurozona han aprendido que  la situación de  los mercados puede cambiar rápidamente y en esta ocasión, en lugar de Italia, España o Grecia, Francia podría ser donde se decida el destino del euro. Dicen que Hollande no tiene mucho tiempo para desactivar la bomba de tiempo en el corazón de Europa.

El presidente Hollande debe lidiar con una economía estancada, un desempleo elevado y un déficit comercial abismal. Por supuesto, todo ello no es culpa de su  gobierno que lleva escasos siete meses en el poder. En este lapso, sin embargo, Hollande ha dado señales contradictorias. The Economist estima que su gobierno no «ha dado muestras de tener el valor suficiente, ni la simpatía de Mitterrand, ni el cinismo  de Sarkozy para imponer reformas impopulares y prefiere que lo etiqueten como “Mr. Normal”

Paris_12 (2)EL ETERNO ENCANTO

En lo turístico y cultural  Paris es  inigualable y fascinante. Esto a pesar de  que las aceras estén frecuentemente llenas de cacas de perro y hay que tener cuidado al caminar porque puede uno  llevarse una desagradable sorpresa.

Yo había leído esa advertencia  antes, en boca del  escritor colombiano Gabriel  García Márquez y no le creí, pensé que exageraba. Los parisinos  sacan a pasear  a sus perros y dejan sus heces en las banquetas.

Fuera de eso, Paris es precioso. En diciembre hay una temperatura muy fría: 10 o 12 grados,  y uno puede caminar abrigado a lo largo del caudaloso rio Sena que atraviesa la gran y señorial ciudad con sus  múltiples puentes;  unos  elegantes, otros antiguos o nuevos con mallas y tubulares,  en los que los enamorados  acostumbran poner un candado para sellar su amor y cuando regresen nuevamente a Paris renovar  sus votos, si es que siguen juntos.

La maravillosa tour Eiffel esa  preciosa estructura de hierro diseñada por el ingeniero francés Gustave Eiffel para la Exposición universal de 1889 en París, está  enclavada en la ribera  derecha  al sur del Sena  y emerge  con sus 330  metros de altura,  enmarcada por el Campo de Marte (cuyas estatuas y  diseño nos recuerdan el Banco del puerto de Veracruz situado frente al mar).  “Es debido a los altos impuestos  por lo que  la torre se apaga a la medianoche”, nos comenta una joven señora parisina. En la ruta de Trocadèro, la bella  tour Eiffel se  asoma   seductora en todos sus ángulos.

Paris_10El  Museo del Louvre, Inaugurado a finales del siglo XVIII,  es el  más importante de Francia y el más visitado del mundo porque los turistas llegan buscando a  escultura de  La Venus de Milo de la Antigua Grecia o la  pintura La Gioconda de Leonardo da Vinci, La Libertad Guiando al Pueblo de Delacroix o La Victoria Alada de Samotracia del periodo Helenístico de la Antigua Grecia. Actualmente esta  fortaleza del siglo XII recibe más de ocho millones de visitantes cada año. En 1989 se construyó la  moderna pirámide de cristal  en el patio central que actualmente es una  puerta de acceso.

El museo de Orsay que es bellísimo y también está en la rivera del Sena ofreció en diciembre y enero la exposición “el Impresionismo y la Moda” con obras de Manet, Renoir, Degas,  Monet, Bartholomé, Eva Gonzaléz, Tissot, Caillebotte, Bazille, acompañando vestidos, trajes  enseres y adornos  que  hombres y mujeres usaron en 1800. De manera permanente en el Musée d´Orsay   hay obra muy importante de Van Gogh, Gaugin, Toulousse Lautrec, Delacroix.

Por su parte el  moderno Centre Pompidou, ese enorme cuadro de cristal y acero, presentó  una completísima exposición de la obra de Salvador Dalí. Hay que reconocer  que en Paris poseen  talento para  el montaje de exposiciones por eso son tan largas las  filas de personas que esperan entrar a los museos y pagan sus boletos a altos costos, lo que produce envidia  porque en nuestro país a pesar de tener magnificas piezas, objetos y obras expuestas,  la gente no se interesa por ir a los museos.

En el Centre Pompidou exponen además de manera permanente obras de  Picasso, Chagal, Matisse, Modigliani entre otros grandes maestros.

El  suntuoso Palacio de Versalles  construido hace tres siglos en 800 hectáreas, en el municipio de Versalles, en Île-de-France, constituye uno de los complejos arquitectónicos monárquicos más importantes de Europa y es  la visita obligada para el turismo masivo. Mientras se recorren los grandes salones que fueron el hogar de los reyes  Luis  XIV, XV y XVI  y donde Napoleón acarició residir, uno escucha una voz en los altavoces que alerta  sobre los carteristas.

Los tan famosos jardines de Versalles son extensos ordenados y clásicos, con  pinitos podados y cuidados en la zona próxima al Palacio. El paisajismo de los jardines  relaciona todas las esculturas y fuentes y ensalza la monarquía. A lo lejos del castillo se  ubica la que fue la residencia y los dominios   de María Antonieta, donde se llega en un trenecito que recorre las áreas más silvestres y montunas.

En la pequeña Isla de la Cité en París,  rodeada por las aguas del río Sena, está ubicada la catedral de NotreDame que ocupa un lugar preponderante.  Llaman  la atención sus torres cuadradas con  reminiscencias del románico normando, y sus impresionantes y tétricas  gárgolas que se asoman en el  lado  izquierdo de la iglesia. En el interior su estilo gótico y sombrío produce un sobrecogimiento espiritual.

MontmartreLa Basílica del Sacré Cœur, está enclavada  en la cumbre de  Montmartre  que es  una colina de 130 metros de altura situada en la orilla derecha del río Sena, en el XVIII Distrito de París, y es necesario subir muchos escalones para llegar a ese enorme templo gótico y desde arriba   ver en todo su esplendor la bella ciudad de París. En  el barrio de  Montmartre hay un mercadillo donde venden comida típica francesa: baguettes rústicas, crepas,  deliciosos quesos artesanales, vino caliente y también churros, hamburguesas y hotdogs. En las escalinatas  hay hombres  de origen africano que venden souvenirs o bolsas de mano a precios más o menos baratos. Por los callejones, pintores ocasionales ofrecen hacer  retratos. El  lindo pueblecito de Montmartre  que desciende de la cima tiene  casas antiguas con ventanas  pintadas al estilo provinciano y sus jardines lucen   hiedras y viñedos. Me comentan que el gran  Pablo Picasso  vivió ahí  por algún tiempo.

A la gente le encanta caminar por la avenida de los Campos Eliseos que va desde el Arco del Triunfo hasta la Plaza de la Concordia. Vienen y van en direcciones opuestas grandes masas de turistas y parisinos  que al parecer no tienen ningún destino fijo. El color predominante de sus ropas en invierno es el negro. Las mujeres, por ahora, se olvidaron de su fingido sentido ecológico y  todas,  pobres y ricas  usan pieles de coyote, zorro,  conejo o mink en sus cuellos para adornar  las capuchas de abrigos acolchados de poliéster térmico que es la moda en Paris.

Los gays andan luciendo  enormes bolsas para hombres,  falsas o verdaderas  tal como  acaban de diseñar Armani y Gucci y las mademoiselles   se vuelven locas  con esas zapatillas de ballet que lanzó Repetto, hechas  a mano  de pieles finísimas, monísimas y carísimas.

Por  la exclusiva Rue du Faubourg Saint-Honoré caminan las mujeres más elegantes, ataviadas con abrigos cortados impecablemente en lana o piel y ahí transita menos gente. Claro no faltan las rusas, japonesas, chinas y hasta mexicanas millonarias  que están haciendo cola en la puerta de la tienda de Christian Louboutin   esperando  sus pedidos de  sensacionales zapatillas o en la tienda de Louis Vuitton  para recoger su exclusiva  “sac a la main”.

En Faubourg–Saint Honoré está la  prestigiada tienda francesa de bolsas Longchamp,  Hermes con su vitrina colorida y fantasiosa. Chanel, Cartier, Valentino, Dolce e Gabanna, Lanvin, Caron,  Balenciaga, Cardin, compitiendo con nuevas firmas mas comerciales.

LA GASTRONOMÍA FRANCESA Y LOS RECUERDOS

En París se desayuna un  café gourmand,  expreso con postres y macaron que es un pastelito tradicional francés hecho de clara de huevo, almendra molida, azúcar glas y azúcar de  diferentes sabores, según la confitería y la época del año. También se acostumbra un café capucchino o un té  con un croissant o un pan relleno de chocolate.

lomo-al-vino-e1268232045251A  media tarde se  puede comer un quiche  que es una tarta horneada    con una base de masa quebrada,  preparada con  huevos, queso  y crema, mezclada con  diversas verduras, jamón o tocino; una sopa de cebolla, o una baguette rociada con semillas de amapola,  queso,  jamón; o ensalada de pollo, o salmon ahumado. Se toma agua natural, jugo o vino.

La cena el Paris es fuerte: Se puede iniciar con un Foie gras  (en francés ‘hígado graso’)  servido como entremés con un vino Château Margaux de la región de Burdeos o  bien champagne. Este platillo está  hecho del hígado hipertrofiado de un pato o ganso  acuático migratorio, que ha sido especialmente sobrealimentado con maíz. Un buen asado de Cordero   o un filete de pescado y de res, pollo con champiñones, pato confitado  o un  exquisito couscous du président con carnero y verduras como ese  que comía Mitterand en  “Le Bièvre” un sencillo restaurante de Argelia particularmente conocido  por haber sido uno de los lugares favoritos de François Mitterrand donde iba a cenar frecuentemente por rumbos  de  Saint-Germain. De hecho, en este restaurante hay un  gran plato  de cobre y un sombrero negro  que el ex mandatario  francés dejó de recuerdo.

tumba diazY ya que hablamos de recuerdos, en el cementerio Montparnasse (Cimetière de Montparnasse) de Paris, cercano a  las Catacumbas, localizamos  la tumba del ex presidente Mexicano Porfirio Díaz, quien murió en julio de 1915 en el exilio y es una de las más visitadas de este  lujoso e impresionante  panteón  a donde acuden cientosadmiradores y detractores.

Cerca del  mausoleo de  «el general» que tiene adentro la bandera de México,  porfirioduermen  el sueño eterno: príncipes, empresarios, los escritores Jean Paul Sartre, Simone de Beauvoir,  Julio Cortázar   y el poeta Charles Baudelaire.

Enero de 2013

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