Quién pudiera imaginarse al agudo y pensante periodista Aurelio Contreras, ganador del premio Fito del columnista del año, moviéndose frenéticamente en el escenario acompañado por una banda de rock, mientras su voz entona éxitos rockeros que van del heavy metal hasta piezas de The Doors
O a Vicky Hernández, extraordinaria Jefa de Prensa del Ayuntamiento de Xalapa, haciendo pasarela junto a Mónica Mendoza Madrigal, coordinadora de Prensa del PRI estatal y la periodistas Máxima García y Perla Sandoval, para demostrar el por qué ciertas curvas traseras de sus cuerpos fueron las mejores este año en el gremio reporteril, teniendo que demostrarlo, con una vueltecita para mostrar sus atributos, ante el respetable conjunto de reporteros y reporteras, camarógrafos y fotógrafos, columnistas y colados que las aplaudían y les chiflaban con más enjundia que en un certamen de Nuestra Belleza Veracruz
O a Francisco Martínez y a Obdulia Hernández contoneándose de manera sexi mientras el público solo esperaba el tubo para que el espectáculo de sus meneos fuera más espectacular
O a un Melesio Carrillo Tejeda, casi a punto de llorar porque a partir de este año, uno de los premios periodísticos llevará su nombre.
Todo eso y más, fue posible en la gran fiesta que anualmente congrega a cerca de 200 periodistas xalapeños, a convocatoria de una de las más significativas presencias en el ámbito de la comunicación social, el gran Fito Soler, que no solo se esmeró en abrir las puertas del salón principal del «Domo» a todos los comunicadores de la ciudad de Xalapa, sino también les dió un show inolvidable con premios, música y sana convivencia que duró hasta cerca de las seis de la mañana.
Qué más se puede decir de Rodolfo Eugenio Soler Valencia, Fito, el cronista de sociales mas conocido en el estado de Veracruz que no provoque admiración por su audacia, fluidez verbal y pícaras expresiones alvaradeñas (aunque él sea de Santiago de Tuxtla) que son parte de su estilo personal de comunicador tanto en sus programas radiofónicos y entrevistas televisivas como en sus textos escritos en el sitio de Alegre Veracruz.
La entrega de los Fitos es una tradicional fiesta que reune a la más respetable, y a veces irrespetuosa pero de buena fe, concurrencia de comunicadores de los medios «Diario de Xalapa», «Grafico de Xalapa», «El Heraldo de Veracruz», «Marcha», «El Dictamen», «Milenio», «El Aguila», «La Jornada», «Telever», «Meganoticias», «TV Azteca», «TV Más», «ABC Radio», «La Política», «Crónica del Poder» y muchos más, amen de periódicos digitales y coordinaciones de prensa.
Con 24 años de existencia, los Fitos son la más atractiva fiesta de periodistas, que muy aparte de otros festejos oficiales en el día de la Libertad de Expresión, realmente se convierte en un pachangón de pronóstico reservado (toda una fiesta «chingona» como siempre lo dice Fito) en donde lo mismo ve uno bailar a brincos a Hugo Figueroa, que hacer giros al estilo Travolta al propio Fito Soler, o a Luisa Melgarejo e Irma Quezada, sus apoyos operativos durante el evento, menearse al compás del mambo o de los Bee Gees.
Ahi en la pista de baile, lo mismo uno se topaba con Martha Elvia Villega, que con José Francisco Reyes y Martha Marañon, o Adriana Baizabal y a Yunuen Barradas, también a Aser Oropeza y Carlos Alvarado. Y hasta, en uno que otro momento, recibir un pisotón sin querer de Javier Laertes. O un caderazo de quien esto escribe. Y que decir de como se meneaban Mayté Landa Ortigoza, Ana Martina Ortiz León, y muchos más, mientras el Walter lanzaba estentóreos gritos al estilo apache por todos los rincones de las mesas donde se detenía a brindar, una y otra vez, por el hecho de ser periodista.
Y que decir de los conductores del show de los premios, el gran Fito Soler acompañado de Ingrid Lagunes, que se estrenó como conductora aunque a cada rato quería hacerse la escapadiza, y el esbelto Toño Garibay que tarde pero al fin llegó. Apoyándolos también Francisco Martínez.
Y la hora de los premios, donde se rifaron pantallas planas de plasma, cámaras digitales, tostadoras, licuadoras y planchas, en las que Eliseo Tejeda Olmos -quien fue tuvo como acompañante en la fiesta a su gentil hija-, Anibal del Rey Alvarado, Luisa Melgarejo y cuarenta periodistas más resultaron de suerte, esa noche, llevándose, aparte de la alegría de compartir el pan, el vino y la cena, un premio a casa.
Claro está que hubo colados, quienes a manera de broma, el propio Fito Soler mencionó que nunca faltan, pues él siempre los detecta desde la entrada, donde el se la pasan viendo y saludando a todos los que llegan.
Al respecto, el mismo Fito Soler, con su clásico hablar alvadareño (o tuxtleco mejor dicho aunque suene mal), hizo bromas acerca de ese detalle, al iniciar su show en el escenario. Relató:
Bienvenidos a la gran fiesta de los Fitos, todos los periodistas, reporteros, conductores, fotógrafos y camarógrafos, y también los colados que no faltaron. Como unos que vi entrar, que no conocía del medio y que hasta les pregunté: «¿Y ustedes de que medio vienen?» y me contestaron muy golpeado: «Venimos del Cable». Y se metieron sin decir ni buenas noches… ¿Como la ven? Hijos de la chijngaaa…Cabrones, ni un saludo a mí, el anfitrión de la fiesta…Pero bueno, ya se colaron, ya que hacemos…
La fiesta duró de las nueve de la noche del viernes 7 de junio hasta un poco más allá de las seis de la mañana del día siguiente, cuando comenzaban ya a iluminarse las calles xalapeñas, en torno al edificio del Domo, deslumbrando a los periodistas de más aguante en el desvelo y el jolgorio que acompañaron a Fito, al salir del sitio del evento.
EfACICO 