In Memoriam de Alfonso Valencia Ríos

Nota de Editor: Como nuestra identidad como egresados de la hoy Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación, tiene un trasfondo histórico que nos ubica en las vivencias de los forjadores de la misma, desde los años cincuentas a la fecha, nos atrevimos a tomar este texto que está ubicado en la página del Colegio Alfonso Valencia Ríos, del puerto de Veracruz, y que tiene una síntesis biográfica y unas palabras emotivas de ex alumnos del extraordinario periodista veracruzano que diera el ejemplo de lo que debe ser un profesor universitario forjador de comunicadores profesionales y también una de las figuras del periodismo mexicano más notable en el siglo XX.  Como bien dicen los que firman al calce de este texto que se conserva en el sitio digital del mencionado colegio, Alfonso Valencia Ríos no murió pues permanece en la personalidad y compromiso profesional de todos los alumnos que fue forjando en su quehacer académico en la Universidad Veracruzana y en su diario bregar profesional en las trincheras del periódico «El Dictamen de Veracruz». Y podemos asegurar que una parte de su espíritu comprometido con el quehacer del periodista ha sido transferido a cada uno de nosotros, en la cadena humana de los primeros maestros y egresados, hasta los actuales y los que están por venir…

¿Quién fue Alfonso Valencia Ríos?

Nace Alfonso Valencia Ríos en Xalapa ,Ver., día 19 de Septiembre de 1914; sus padres Fidel Valencia Ramírez y Felicitas Ríos de Valencia.

Sus primeros estudios los realizó en la escuela de los Jinicuiles, Veracruz a la que ingresó a los siete años de edad, en el año de 1921, termina la primaria, posteriormente ingresó a la escuela Normal Enrique C. Rébsame , en donde aquellos años ahí mismo cabían la secundaria. Siempre se distinguió como un alumno ejemplar al que le gustaba la lectura y para poderla realizar juntaba los papeles dorados que envolvían un producto de uso cotidiano de aquella época y los canjeaba por libros de autores clásicos, los cuales iba a leer  a la luz de una farola del parque de los berros. Ese fue su recinto de estudio por mucho tiempo hasta que se graduó como profesor el 1º de Diciembre de 1936.

Su primer trabajo fue como maestro rural en la sierra de  Chicontepec, y posteriormente paso a trabajar al Sur en Minatitlán y  donde concluye su labor docente en la escuela de  Don Delfino Valenzuela en este Puerto de Veracruz.

Después de algunos años como maestro, su vocación de servicio lo llevó a las filas del periodismo, su primer artículo lo publicó en 1932 al que llamó “La música a través del tiempo” en el diario El Luchador, editado en Xalapa por la Unión de Maestros y Empleados de la Escuela de Artes, Oficios y Similares del Estado de Veracruz, diez años después, en 1942 ingresa de manera formal al diarismo. Persuasivo en su ser, funda en 1954 junto con otras personas la Facultad de Periodismo, y convencen al Lic. Fernando López Arias Gobernador Constitucional para que hiciera el primer edificio de la Facultad de Periodismo, siendo Presidente de la República Gustavo Díaz Ordaz; la cual unos años después durante el  gobierno del Lic. Patricio Chirinos Calero se construyó su segundo y actual edificio. En reunión de Consejo Universitario se le otorgó a la Facultad de Ciencias de la Comunicación que llevara su nombre, conociéndosele ahora como  Facultad de Ciencias   de la Comunicación “PROFR. ALFONSO VALENCIA RÍOS “.

Como director de la Facultad de periodismo durante más de una década, impulso la enseñanza universitaria y vinculó a la institución educativa con CIESPAL, Centro de Especialización Periodística, ubicada en Quito, Ecuador.

De 1961 a 1972 dirigió la Facultad de Periodismo, continuando con su vocación de docente impartió las cátedras: Periodismo Informativo, Periodismo Interpretativo, Redacción, Publicidad, Legislación Periodística, Medicina Forense aplicada al Periodismo y Seminario de Periodismo.

Sus relaciones con presidentes de la República, gobernadores, jefes de Estado, rectores e instituciones educativas nacionales e internacionales le permitieron conseguir enormes dotaciones de libros de la más variada naturaleza, que convirtieron a la biblioteca de la Facultad de Periodismo en una de las mejores bibliotecas del estado y del país.

Impulsó la publicación de “ El Universitario” periódico estudiantil que ganó varios premios nacionales otorgados por el INJUVE y que era confeccionado por los propios estudiantes, en los talleres de la Facultad.

Valencia Ríos obtuvo  tres veces cuatro  primeros Premios Nacional de Periodismo: en 1948, otorgados por la Asociación Mexicana de Periodista “Manolo del Valle” por la serie de reportajes La Marina Mercante y sus Problemas; en 1955 La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), le otorgó una distinción por una serie de trabajos encauzados a proteger los recursos naturales y la lucha contra la erosión; en 1958 recibe la medalla Ignacio Ramón Bouchez otorgada por el Instituto de Meteorología Naútica, por el género reportaje en Red Preventiva de Huracanes”; en 1977; La Educación es un Callejón sin Salida” mereció el premio “Ignacio Ramírez”, con medalla de oro; al año siguiente le otorgaron el premio “Cultura de la Institución de la Superación Ciudadana” por una serie de reportajes, uno de ellos titulados  : “ Problemática Municipal” : otro premio, medalla “Defensor de la Libertad y Promotor del Progreso” con la que lo distinguió la Asociación Nacional de Periodistas; el último premio fue otorgado por el periódico el Imparcial como un Merecido Homenaje por sus 50 años en el periodismo reconociéndole su Constancia, Vocación y Profesionalismo en beneficio de la sociedad, por permanecer  siempre sus informaciones en primera plana de los periódico asociados y en el Decano de la Prensa Nacional donde laboró 53 años, con las generaciones de periodistas Juan Malpica Silva, Juan Malpica Mimendi y Doña Bertha Rosalía Malpica de Ahued.

Laboró en la estación de radio XEU de Veracruz en calidad de comentarista político  y cultural.

En 1959 fue corresponsal de la Associated Press, , de la Asociación de Editores de los Estados, del Periódico Excelsior.

A nivel estatal, recibió en 1979, Medalla de Oro “Adalberto Tejeda “al mérito Cívico los tres poderes del Gobierno del estado, siendo Gobernador el Lic. Rafael Hernández Ochoa . La Universidad Veracruzana le otorga en 1993 la Medalla Universitaria. En Febrero de 1994 el FESAPAUV le entrega el reconocimiento por su labor académica y periodística.

Localmente autoridades municipales, clubes culturales, artísticos otorgaron un sin fin de reconocimientos dentro de los cuales el otorgado por “Problemática  Municipal de todo tipo”.

Recibió otros muchos reconocimientos como el del Rotary Internacional por su apoyo informativo en programas de salud en beneficio de los menesterosos.

Escribió los siguientes libros: La Marina Mercante y sus problemas (1948);  Como redactar informaciones(1961), Legislación Periodística, publicado por la Procuraduría General de la República en 1962, El Manual del corresponsal (1962),  Biografía de Don Juan Malpica Silva(1978) y el Dictamen (1979),

La tesis visionaria  que en materia educativa sostuviera siempre, cobra fuerza hoy en que el país vive una transición cuando frecuentemente afirmaba “que esta patria sería más grande, cuando los gobiernos tomarán como principio fundamental el fortalecimiento educativo”, afirmaba que  “jamás habrá mayor capital que el recurso humano; el abatimiento a la ignorancia debe ser una continua labor de los gobiernos para vencer el analfabetismo y reflejarla en el progreso y bienestar de las personas; las mentes lúcidas  serán siempre aquellas que han sido preparadas, cultivadas y fortalecidas por el conocimiento”

La fe en el recurso humano se ve plasmada por la compilación realizada por el LicMiguel Angel Cristiani González titulada “Alfonso Valencia Ríos. Maestro del Periodismo”, cuyo prólogo dice:

Maestro Alfonso Valencia Ríos

Con lágrimas en los ojos y un crespón de luto en el corazón, los que suscribimos, Reporteros forjados por Usted, en el crisol de su ética, su pasión por el periodismo y su vocación de servicio, pasamos lista de presentes en el momento de su inexorable partida.

Aunque su voz ya no es audible para el mundo, nosotros seguiremos escuchando sus órdenes del Jefe y Maestro rebosantes de optimismo, fe y todo el empuje necesario para transformar el mundo.

¡ Por favor ¡ siga guiando nuestro ejercicio , háganos reflexionar cuando no cumplamos con nuestra misión y envíenos el aliento necesario para continuar en la diaria brega”