

Por María Guadalupe Rico Martínez
Vaya que le está lloviendo en su milpita al ISSSTE. De desperdiciados, corruptos y fraudulentos, los tachó la OCDE a través de su presidente el tampiqueño José Antonio Gurría y no es para menos pues el organismo encargado de la seguridad social de los trabajadores del Estado es blanco de acusaciones de malos manejos en los servicios médicos, infraestructura deficiente, créditos patrañeros…También la Cámara Alta del Congreso llamó a comparecer al titular de dicha institución Sebastián Lerdo de Tejada y; por si fuera poco el IFAI, solicita que den a conocer el resultado de la auditoría recientemente realizada.
Lerdo de Tejada habló ante los Senadores de los nueve fondos que opera para dar atención a sus derechohabientes, registraron déficit en 2012: los seguros de salud, de retiro y, riesgos de trabajo, Cesantía en edad avanzada y vejez, y el fondo de prestaciones sociales y culturales. En conjunto, el saldo negativo es de 14 mil millones de pesos.
Por otro lado, el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) ordenó al ISSSTE informar sobre la averiguación del fraude por 55 millones de pesos cometido dentro del Hospital 20 de Noviembre en 2009. En esta indagación no entró otro engaño destapado hace unos días, que asciende a 59.2 millones de pesos. ¿Cuándo alcanzará el presupuesto? ¿Y la infraestructura deficiente y antigua?, no importa al fin los derechohabientes aguantamos.
En octubre pasado descubrieron un desfalco más, entre 2008-2011, el Fondo para la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (FOVISSSTE), avaló ilegalmente cuatro mil 846 créditos a través de acuerdos tramposos entre burócratas y así el beneficiario recibiera más recursos de los correspondientes a sus ingresos.
Administraciones van, vienen y la impunidad sigue en plena efervescencia. En los enredos del hospital capitalino, hay fuga de medicina contra el cáncer, enfermedad que tratada a tiempo puede ser superable. No se vale, negar un fármaco cuando por otro lado individuos sin escrúpulos están amasando fortuna basada en el dolor humano. Gurría, tiene razón con sus adjetivos. ¡Hasta cuándo!
