Reportaje: El patio trasero del Parque Juárez


culebra
Casi todos los que trabajan en el patio trasero del Parque Juárez aseguran que la culebra que está en la parte de atrás es una nauyaca y que la expresidenta Elizabeth la mandó a construir en homenaje a un exgobernador

Por Gonzalo López Barradas

Primer acto:

 Por Gonzalo López Barradas, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Por Gonzalo López Barradas, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

La alcaldesa Elizabeth Morales García convocó a una Sesión Extraordinaria de Cabildo. Llegó la fecha: “Síndica, lista; regidor primero, presente; tesorera, “aquí como todos los días”, Secretario del Ayuntamiento, ¡preeeesente!, “ya le pedí permiso a mi papá”. El pase de lista continuó. Hasta la oposición se mostró.

“Señoras y señores”, dijo la alcaldesa, “he convocado a esta Sesión porque necesito que me aprueben la reestructuración del Parque Juárez. Se van a invertir  catorce millones ochocientos cincuenta mil pesos con 65 centavos. Les explico: vamos a quitar los puestos de fritangas, de dulces y refrescos y a los boleros los vamos a pasar a la parte de atrás, junto al monumento de Don Benito y vamos a cambiarle la imagen al Parque en la parte de atrás de la estatua. Vamos también a construir una enorme nauyaca  real  en memoria de un exgobernador y que servirá para que los niños jueguen”.

Siguió con la palabra: (todos los ediles y la prensa estaban sorprendidos y calladitos ante tan importante noticia) “A los boleros les vamos a construir unos betuneros que parecen naves espaciales, pero no. Ya verán están muy bonitos y los vamos a dotar de dos uniformes color verde pistache y un par de botas tipo militar. Ya me puse de acuerdo con doña Yola (líder de los dueños de los puestos) para que comience hacer conciencia de la importancia que tiene limpiarle la cara al Parque.

Solamente el regidor del PAN protestó, alegando que era mucho dinero para tan poca obra. No sirvió su protesta. Todos levantaron la mano aprobando el proyecto. También los regidores de oposición lo hicieron nadamás que con el dedo medio extendido…

Antecedente histórico

 

(El patio trasero en Latinoamérica, en un pasado reciente, era el lugar donde la clase dominante escondía la basura, trastes viejos, y sus animales domésticos; donde vivían y trabajaban incomunicados los “criados”, para que el frente de la casa pudiera mantenerse impecable para orgullo del Patrón.

Desde hace mucho tiempo los gringos han llamado a América Latina, desde México hasta Argentina y Brasil, el patio trasero de los Estado Unidos. ¿Por qué? Porque en el patio se guardan los trebejos que ya no sirven, la basura y la mugre. El presidente Richard Nixon utilizó muchas veces esa frase despectiva al referirse a México y demás países latinos).

Segundo Acto

Reina la euforia y la alegría en el Parque Juárez porque ya  enseñaron a los boleros y a puesteros  sus  betuneros y las construcciones metálicas para que acomoden sus refrescos, sus chetos, sus elotes hervidos  y plátanos fritos. La fecha tan anunciada, ya llegó. Fueron acomodados 24 betuneros, con sus escaloncitos para subir a los clientes cuando van a bolear sus zapatos. Abajo del asiento hay dos cajones con llave para guardar su herramienta de trabajo y también su anforita de caña de Mahuixtlán (whisky del pueblo).

Hay tres betuneros y tres puestos de  refrescos y comida chatarra: chicles, papitas, churrumais, chocolates y paletas payaso, frente al balcón que da a la oficina del gobernador Duarte: “Dulces y refrescos Marcos”, “Chivis” y Virtudes”;  siguiendo la hilera hasta llegar a la estatua de Don Benito Juárez, siguen “Hot Dogs y hamburguesas “Jarocho”, jugos y churros “Pao’s”, hamburguesas, tortas y hot dogs “Lalo’s Burguer”;  elotes y esquites “La güera”; Hot Dogs y hamburguesas “Marina”; dulces y refrescos “Conchita”; “churros y plátanos fritos del Parque Juárez” y “Hot cakes Parque Juárez”. Cinco puestos de tacos y antojitos y fritangas de doble canasta (ahí come usted  tortitas de papa, tacos de chicharrón, salsa de huevo de rancho, moronga, chiles rellenos de queso, pollo y picadillo; de longaniza de Naolinco con queso de Alto Lucero, tortas de vena, etcétera). Sin faltar los raspados, la jícama con chile y volovanes de queso, manjar y de jamón.

¿Cuánto valen?, preguntó una señora con su niño que tenía hambre.

“Diez pesos, seño”.

“Oiga están muy caros”.

“Pues es que con eso de la Reforma hacendaria, todo subió, seño…”

Todos los nuevos puestos tienen pegada en la parte de atrás,  una foto espectacular de flores:  Jacaranda, dracena marginata, liquidámbar, azucena, palma areka, palma datilera, araucaria, magnolia, camelia, flamboyán, palma real, haya, bugambilia, fresno, tulipán africano y agapando. Pero como están atrás de los puestos pues no se ven y nadie los aprecia.

Doña Yola, la líder (antes militaba en la CROC, ahora quién sabe en qué sindicato milita. A lo mejor es ‘miembra distinguida del PRI’) casi nunca está en su puesto porque anda “gestionando” ante el nuevo alcalde.

Interrogados los boleros por su nueva ubicación algunos dicen: “pus’ ya qué”; “no, estábamos mejor allá enfrente”; “me da igual, el que quiera bolearse pues que venga hasta acá”.

Pero están muy bonitos sus betuneros, no?

“Hay 24 betuneros y algunos compañeros ni los abren”.

¿Y sus uniformes?

“Cuáles. Puro cuento, nomás nos engañaron. Después dijeron que nos iban a dar 500 pesos, y tampoco”

Así “El Colas”, “El Chiquito”, “El cabezón” “El maca” (que le dio grasa a Ahued cuando fue alcalde y de quien dice que le daba buena propina), “El enano”, “El chilango”, don Toño, don Iván y don Armando (le dio grasa a Fidel cuando en aquella ocasión se rociaba gasolina, en su cuerpo, el líder campesino del sur, Guillén, en la Plaza Lerdo. “Me gané una buena propina)”;  Aurelio “El Chaquetas”; “El chéspiro”; “El botas”; “El calancho”; “El ojitos”; Memo Olivan “El correcaminos” ; “El sapo” y Alberto “El chato”.

Dicen que “El maca” es el líder de los boleros y que anda en un coche marca Nissan color azul, pero que no es suyo sino de su ‘vieja’ que se lo sacó en una rifa “Del boletazo”.  Eso dicen…

Tercer acto y final

Casi todos los que trabajan en el patio trasero del Parque Juárez  aseguran que la culebra que está en la parte de atrás es una nauyaca y que la expresidenta Elizabeth la mandó a construir en homenaje a un exgobernador. Los escasos niños que se atreven a jugar sobre la nauyaca, lo hacen con miedo porque piensan que se los va a comer y por eso nomás la ven de lejitos.

Otros alegan que es una tepocata de las que hablaba Vicente Fox. ¡Vaya usted a saber! La cosa es que ahí está el tremendo culebrón como símbolo de las ocurrencias y gastos suntuosos de la exalcaldesa Elizabeth.

La estatua del creador de la frase: “El respeto al derecho ajeno es la paz”, don Benito Juárez,  fue colocada el 21 de marzo de l964. Está rodeada de un enorme mercado de fritangas, refrescos y comida chatarra. Yo no quisiera imaginarme cuál irá a ser la escena al conmemorar el aniversario del nacimiento del Benemérito de  las Américas. No quisiéramos imaginar cuando el orador principal del acto en el clímax de su discurso escuche: “Hay tamales de dulce, de chile y de manteca”, o, volovanes de jamón y piña”, o el grito del “Cabezón”: “Bola joven”; “pase marchanta por sus tacos de moronga y longaniza”; “Cheeeetos, churros y plátanos de la güera”; “jamoncillos de Actopan”, etcétera.

Y así, sucesivamente, se vive en el patio trasero del Parque Juárez, una herencia recurrente de Elizabeth Morales para que se divierta el pueblo…

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.