De todo y más: Al rescate del romanticismo


Por Jorge Alberto González

Por Jorge Alberto González, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana, desde el puerto de Veracruz
Por Jorge Alberto González, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana, desde el puerto de Veracruz

Muy pocos son los espacios en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río donde el público puede escuchar buenas voces  y a excelentes músicos.

A lo largo del bulevar Manuel Ávila Camacho y en el centro histórico de ambos municipios existen innumerables centros nocturnos, bares y cantinas donde la juventud sí encuentra opciones de diversión.

Pero existe un sector de la población –de diversas edades- que no son los danzoneros, los soneros, los jaraneros, ni los roqueros, sino un público nostálgico de la bohemio, del bolero y la balada romántica.

Se trata de un público que siempre está a la espera de que las instituciones de gobierno programen actividades de esta índole para poder asistir y pasar un momento agradable, pero esto no sucede a menudo.

Por esta razón empresarios, cantantes y músicos se han unido no para saciar esta demanda, sí para contribuir a este tipo de espectáculos que habían quedado en el recuerdo de muchos.

La iniciativa privada como el restaurante El Amate, recientemente ha considerado la posibilidad de presentar eventos de esta magnitud.

No  cabe duda que los aristas veracruzanos han tomado por el camino adecuado, pues es precisamente con el sector privado donde están las posibilidades de reactivar la bohemio.

Generalmente las autoridades, sean estatales o municipales, penosamente piden a los artistas su participación de manera gratuita.

Nos queda claro que el artista vive del aplauso y del reconocimiento, pero también come, paga luz, renta, agua, predial y mantiene familia.

El arte es para muchas cosas según nuestra percepción del mundo; para disfrutar, recordar, sonreír, llorar o reflexionar, pero quien lo proporciona, también emplea sus capacidades, su tiempo y su esfuerzo para lograrlo, es pues una disciplina que merece una justa retribución, como cualquier actividad profesional.

Alternativas

Artistas como la cantante Matty Bello, una de las voces más queridas por los veracruzanos han contribuido de manera considerable para que la bohemia no muera.

Fue idea de ella la creación del festival juvenil “Sólo Lara”, que tuvo como objetivo poner en la voz de los jóvenes las letras de Agustín Lara.

Se trata pues de una propuesta que en su momento tuvo el apoyo del gobierno del estado de Veracruz y después de la Asociación Cultural Baluarte A.C.

Un proyecto que se encuentra detenido hoy y no por falta de ganas de su creadora, sino por falta de financiamiento.

Ahora Matty Bello, con una trayectoria de más de 30 años como intérprete, se suma al proyecto del restaurante El Amate para ofrecer otra alternativa a los amantes de la buena música.

El mes pasado actuó al lado del reconocido cantante Joaquín Salamanca, hijo del desaparecido compositor, pianistas, arreglista y director de orquesta Memo Salamanca.

En individual y a dueto presentaron un exitoso programa denominado “Historia de un amor”, al recordar temas románticos del bolero y la balada.

Y en su afán porque no se pierda el romanticismo, Matty Bello con el apoyo de El Amate, se presenta nuevamente en este lugar  ahora con Vanessa, otra de las voces consentidas de los porteños.

El concierto denominado “Mano a mano” incluirá lo mejor del repertorio de  ambas intérprete.

Las cantantes serán acompañadas por los magníficos pianistas  Lorenzo Pacheco y Pepito Morales, ambos con una larga trayectoria dentro de la música.

El evento será el próximo jueves 20 de marzo a las 21 horas en el restaurante El Amante, ubicado en el bulevar Ruiz Cortines, esquina Calle 3 en el Fraccionamiento Costa Verde, en Boca del Río.

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