60 Segundos: * ¿A QUIÉN NO GUSTA EL MUNDIAL?, PERO…

. Por Raúl González Rivera

En honor a la verdad, a las mayorías gusta el mundial de futbol no obstante que nunca hayan visto un partido de la patada en su vida, pero la pregunta que se invoca en momentos de crisis de todo, la competición de Brasil prácticamente paraliza la vida productiva de los países, pero conforme a lo que difunde la televisión, más lo es en este país y no sólo en Brasil.
Los estadios destinados al juego de la patada en territorio carioca, se repletan de mexicanos. Conservadoramente se calcula que hay cuarenta mil aztecas en las tribunas de sus estadios, de los cuales muchos se fueron con créditos bancarios, embargos de sus viviendas y abandono de sus empleos, pero la muestra futbolera no se la pierden.
Para no pocos, el que el joven Iván, funcionario de la CMAS, camine de estadio en estadio de Brasil cargando un osito de peluche y éste, a su vez, en su panza con botellas de bebidas espirituosas, es cuestión de envidia, para aquellos que quisieron y no se fueron. Ni que fuera el salvador del sistema distribuidor del vital líquido el servidor, que a su retorno deberá enfrentar una sanción por parte de sus jefes en la CMAS.
Su papi ya dijo que se fue a Brasil con permiso de sus titulares y además anunció que demandará a una agencia de noticias, de cometer una difamación en contra de su vástago.
Pero el caso es otro, cierto es que se trata de un mes de juegos de futbol, empero, la sociedad en cualquier parte del planeta está agobiada y angustiada por la secuela de la crisis económica, el desempleo, los atracos cometidos por la delincuencia en todas sus manifestaciones, pero más la zozobra que genera contar con políticos desconfiables y asquerosamente adinerados.
En Brasil hay preocupación porque el costo de los juegos alcanza en este momento los 16 mil millones de dólares, que no se ven, y que más de cien millones en tierra del rey Pelé se preguntan qué dejarán los juegos del mundial a los habitantes de ese país, los cuales también están lanzando protestas en sus calles, porque aun siendo la potencia por excelencia de América Latina, enfrentan grandes núcleos de su población la hambruna, la falta de oportunidades, la escasez de viviendas y la inseguridad ante el acoso de las bandas delincuenciales.
Y como en Brasil, el resto. Los mexicanos esperan que sus legisladores afloren con leyes adecuadas al devenir histórico y de miseria en que se encuentra la tierra azteca. Y que no sean sólo gritos de euforia, porque el tri obtiene una, dos y tres victorias. Enhorabuena, porque ya le tocaba, pero no todo es futbol, los pueblos, y más el mexicano, están demandando los bienes y servicios hasta hoy incumplidos por las áreas del poder público.
Pero esta parálisis deportiva, se dice, todo lo mantiene a la expectativa. Y el tiempo se agota. ¿No le parece?

* GASERAS, UNA
CALAMIDAD DIARIA

Faltando el respeto al derecho de terceros, consistente en sobrevivir en armonía, sin ruidos ni tóxicos ni las excéntricas notas de la música en cualquiera de sus géneros, también se suma a este clamor consistente en reclamar que el ruido, igual, es un detonante para que la salud pública se vea expuesta a sufrir consecuencias en diferentes direcciones, que bien pueden acarrear a la sociedad males mayúsculos en su salud corporal.
Todos los días, con excepción de los fraccionamientos residenciales, los habitantes del resto de la ciudad tienen que soportar el paso de camionetas y camiones cargados de cilindros de gas para uso doméstico, con las canciones encendidas a todo volumen, anunciando sus ventas de gas, con el acompañamiento de música estridente.
Los sentidos se atrofian, sostienen los especialistas en la materia.
Ruidos y tóxicos, además, están regulados por la legislación bajo la cual actúa la Profeco y, por otro lado, el propio ayuntamiento, en su reglamentación del comercio, estipula las sanciones a que se ven sometidos los prestadores de servicios que atenten contra el medio ambiente, el escenario natural y el bienestar todo que tiene que ver con la convivencia generalizada en sociedad.
El ruido que generan los camiones distribuidores de cilindros de gas para uso doméstico, es una constante que finalmente va a afectar la capacidad auditiva de quienes tienen que soportar diariamente el paso de dichas unidades automotrices por nuestras calles y avenidas. La canción que anuncia la llegada del gasero, resulta espeluznante y ya nadie la digiere. Un día el sector salud midió la cantidad de decibeles y demostró que el ruido y tóxicos auditivos, nomás en el corazón de esta ciudad, eran superiores a los que producían las ciudades más contaminadas del país, entre éstas Guadalajara, Toluca y Monterrey.
En diversas ocasiones, vecinos molestos han denunciado el hecho, pero se enfrentan a los poderosos consorcios que explotan dicho giro y las autoridades públicas se han sometido o se han visto rebasadas por el imperio que ejercen los gaseros, ante una autoridad minimizada por Don Dinero.

* NO QUIEREN DEBATE
POR ENANISMO

Antes que quedar exhibidos, los señores padres conscriptos prefieren cerrar toda posibilidad de ser espectadores de un debate –argumento tonto–, entre militantes de un mismo partido político.
Julen Rementería habría solicitado los espacios del Congreso para enfrentar a su correligionario Miguel Ángel Yunes Linares y medir fuerzas, porque uno dice que es buena la opción de los dos años de gobierno en Veracruz y el otro, de plano, aseguró que es anticonstitucional la medida.
El pleito verbal le dio miedo al grueso de legisladores, porque tendría repleto el lunetario, cosa que no sucede a menos que haya acarreados, en sus cansadas y hostigosas sesiones de legisladores.
Ciertamente el tema pareciera no atraer mayor cosa. Pero un gobernador de dos años, en principio, a uno de sus tiradores, Pepe Yunes, no le gustó y al resto de corifeos de la propuesta les viene como anillo al dedo, al grado de sostener que se reducirán los gastos de campaña y como el arzobispo Hipólito Reyes Larios, quien también le entró a la grilla, apuntó que dos años son buenos para demostrar que se quiere trabajar por el pueblo.
Todo bien hasta allí, ni duda.
Empero, una confrontación abierta, hecha pública, entre socios del PAN, se antoja oportuna en este momento… La democracia llama, si en realidad los ciudadanos la están viviendo y suspirando.
Pueden ser políticos odiados y aceptados, pero no dejan de ser actores públicos, en una entidad con historia en el rubro. A qué temen los señores padres conscriptos, de prestar el recinto legislativo, que en principio es de todos cuantos quieran debatir ideas políticas. Y la propuesta de elegir un gobernador de dos años no es una casualidad, sino una consecuencia de las reformas y la política y electoral es una de ellas.