Abriendo Brecha: La negra noche de tajamar


Por: Héctor Saldierna

Por Héctor Saldierna Martínez, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Por Héctor Saldierna Martínez, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

La destrucción del manglar de Tajamar en Cancún, Quintana Roo es una de las expresiones más lamentables del ser humano ambicioso y codicioso que todo lo define desde su pobre perspectiva del beneficio económico. Y para que ello se logre cuenta también con la connivencia de las autoridades federales, estatales y municipales que, sin ningún rubor, permiten el atropello hacia un bien de la naturaleza.
Se ha insistido con frecuencia de la importancia que tienen los manglares y humedales, los cuales constituyen importantes reservas de oxígeno, filtración de agua, muralla ante los embates de ciclones y huracanes, así como refugio de las aves migratorias.
Pero todo ello no tiene el mínimo significado para ciertos empresarios voraces que no les importa destruir el hábitat, sin observar que a fututo también les afectará directamente.
Precisamente en 1975 se reunieron diversos mandatarios de la época en la ciudad iraní de Ramsar, donde se firmó un convenio de respeto hacia los manglares y que lleva precisamente ese nombre. Los sitios de Ramsar son todos aquellos lugares de biodiversidad que preservan la vida animal y la flora.


Pero todos esos convenios y pactos a nivel internacional no tuvieron el mínimo significado para Felipe Calderón, que siendo presidente de la república en 2006 autorizó la venta de los manglares y que llevaron a diversas dependencias a continuar la tramitología para concretar la destrucción de tan importante reserva.
Organismos como SEMARNAT que en teoría deberían defender los recursos naturales se convierten en los primeros patrocinadores y depredadores de los manglares, con lo que en automático ha perdido su razón de ser. No puede existir este tipo de dependencias en un gobierno cuando desprecia y menosprecia la extraordinaria naturaleza viva.
Adicionalmente, todos los que han participado en esta felonía ambiental deben ser juzgados por la autoridad correspondiente al lesionar una reserva natural del país. Y, desde luego, proceder a la total cancelación el proyecto de condominios y de hoteles.
Se ha observado, adicionalmente, una fuerte dinámica de los ciudadanos que han defendido esta reserva natural, lo que es muy saludable. Este tipo de acciones constituyen uno más de los abusos que en los últimos años han cometido las autoridades federales y estatales en contra de una sociedad que hasta el momento se encuentra aletargada.
Y es que la agresión en contra de la naturaleza no fue nada sencilla. Habría que inscribirlo en un plano mayor en virtud que para la destrucción del manglar recurrieron a la fuerza pública –granaderos- (que también en teoría está para otra función) y llegaron decenas de camiones y de trabajadores para consumar en la oscura noche una de las páginas más negras del país en materia ambiental.
Por consecuencia a este tipo de abyectos actos, sí es conveniente que se suspenda la reunión en materia ambiental que se tiene programada en Cancún a fines de este año y que llegarían representantes de diversas partes del orbe.
En el puerto de Veracruz la sociedad también debe estar alerta en el sitio de Tembladeras, donde se pretendía -hace un par de años- destruirla para convertirla, para variar, en condominios y hacinamiento de una mayor población. La ciudadanía debe estar en permanente alerta, habida cuenta de la ausencia de escrúpulos de las autoridades.
SIGUEN SIN APARECER
Los cinco jóvenes que desaparecieron en la ciudad de Tierra Blanca siguen sin aparecer. Fueron cooptados por la policía estatal y, según trascendió que los entregaron al crimen organizado. Los policías, sin embargo, no han querido hablar y entonces sigue el enigma. Qué tristeza que sigan ocurriendo este tipo de desapariciones forzadas en un estado y en un país en donde se ha llegado al colmo de la actuación de las autoridades, cada vez más distante de la sociedad.
Y hasta la próxima.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.