por Mario Jesús Gaspar Cobarruvias.

A raíz de mis recientes viajes a la zona de La Antigua, varias personas me pidieron les corroborara si era cierto que en el río Huitzilapan o de La Antigua entraban barcos, que si esta imagen que circuló mucho en la década de 1990 representaba este hecho y que si Hernán Cortés los amarraba en ceibas, como todavía hoy, casi 5 siglos después, se sigue contando en el pueblo de La Antigua. Les comparto una síntesis de las respuestas que encontré al respecto:
1) El río de La Antigua en 1519 era aproximadamente el doble de ancho de lo que se percibe visualmente en la actualidad frente al pueblo. Igualmente su desembocadura era un poco mayor, pero aun así, insuficiente para permitir la entrada segura de naves diseñadas para la navegación océanica. Las carabelas solían desplazar entre 100 y 150 toneladas de peso (ejemplo: La Niña y la Pinta en 1492), una nao como la Santa María alrededor de 224, los galeones de la Armada Invencible en 1588 de 800 a 1.000 y el galeón de la Nao de China hasta 2.000.
El río es dificultado por la formación de bancos de arena en suelos de pendiente plana o suavemente ondulado, que son disueltos y depositados en la barra. Así, una nave océanica tendría reducidas posibilidades de entrar pero muchas más para quedar encallada, por la naturaleza cambiante del fondo y navegar además contra corriente y con vientos no siempre seguros para lograr el impulso a vela.
También influye poderosamente la escasa profundidad, cuando en determinados meses, el río recibe menos agua. Sin embargo, esto permitió el paso de Cortés al pueblo de Huitzilapan en 1519. Este hecho es constatado desde la tercera fundación de la Villa Rica de la Vera-Cruz en 1525 y reflejado en testimonios como el de Fray Alonso de la Mota y Escobar, obispo de Tlaxcala, que visitó la Nueva Veracruz y Veracruz La Antigua en 1609:
«… fui a dar a la boca del río de la Vera, que es de extremada agua, y lleva poca agua en tiempo de seca, de suerte que se vadea bien a caballo.»
Hoy en día, incluso los lancheros de La Antigua tienen cuidado al navegar en determinados sectores del río, a fin de no encallar sus embarcaciones. La mercancía que se trasladaba desde San Juan de Ulúa en el siglo XVI, entraba en embarcaciones de aproximadamente 60 toneladas y se trasladaban a otras de fondo plano a los embarcaderos ya río adentro, situados frente al cerro de la actual congregación de José Ingenieros y no al área actual ocupada por palapas y restaurantes. La zona propicia para desembarcar e incluso para construir puentes, era cerca de la confluencia del río San Juan con el Antigua.
El no ingreso de naves océanicas se puede comprobar innegablemente también por la inexistencia de muelles y muros de piedra, propios de un puerto de altura.
2) La imagen que se presenta, ha sido usada repetidas veces en la década de 1990 y la de 2000, para representar la entrada de la flota de Cortés al río Huitzilapan en 1519, conducida por el piloto mayor Antón de Alaminos, justificando el parecido del paisaje con la costa veracruzana por las palmeras y cerros.
Sin embargo, la realidad es muy diferente. Se trata de un grabado en placa de cobre hecho por el holandés Jan Karel Van Beecq Donato (1638-1722) títulado «Puerto de St. Santiago en la isla de Cuba» y se ha utilizado, a su vez, para ilustrar la precipitada salida de la flota de Hernán Cortés del puerto de Santiago de Cuba, el día 18 de noviembre de 1518. Aún así, Cortés tuvo que reaprovisionar sus naves y reclutar más hombres en otros puertos antes de abandonar definitivamente la isla el 10 de febrero de 1519.
Esta práctica de utilizar imágenes para referenciar visualmente eventos y hechos del pasado, basados en las formas y detalles gráficos, más no en su veracidad histórica, ha sido una práctica muy común que se extiende a litografías, fotografías, dibujos, óleos, acuarelas y pinturas murales; dando origen a veces a confusiones que duran siglos y que resultan difícilmente digeribles por la generación que recibe la aclaración.
3) La Villa Rica de la Vera Cruz se fundó en la depresión de un terreno rodeado de médanos de arena, donde la población indígena vivía en la parte alta para protegerse de los vientos y las crecidas anuales del Huitzilapan. Imprudentemente, los españoles construyeron demasiado cerca del río en la parte baja, sin aplicar las soluciones de la experiencia indígena. Las dimensiones del pueblo habitado por el máximo de 200 europeos que llegó a poseer hacia 1599, abarcaba apenas 4 cuadras. Este reducido espacio contenía la Plaza Pública, la Casa de Contratación o Aduana (la hoy erróneamente llamada «Casa de Cortés»), la casa del Cabildo y la Atarazana. A partir de la Casa del Cabildo que aun existe, se puede notar un desnivel de casi 1.20 metros que baja hacia el río, cuyas orillas hacia 1950 tocaban el espacio ocupado por la famosa ceiba cercada de cadenas.
Esta proximidad con el río fue -entre otros factores- lo que hizo devastador el paso del huracán del 2 de septiembre de 1552, aunque el pueblo fue igualmente afectado el 17-18 de septiembre de 2010 por el huracán Karl a pesar de los cientos de metros de terreno rellenado y ganado a las aguas. Por ubicarse en terreno más alto, el cuartel de los Lanceros de Veracruz sufre menos de este inconveniente.
La presencia de basamentos de hasta 1.30 metros sobre el nivel del piso en las casas del Cabildo y de Contratación, señalan su construcción posterior a 1550, para protegerse de las crecientes y descartan totalmente su relación con Hernán Cortés, que falleció el el viernes 2 de diciembre del año 1547 en Castilleja de la Cuesta y de quien no se han encontrado registros de que haber tenido posesión de algún solar o fundo en Veracruz La Antigula.
La ausencia de naves océanicas descarta casi todo el discurso que muchos guías e informadores turísticos -las excepciones son una honrosa minoría- transmiten a los visitantes sobre esta temática y sin apoyo de fuentes documentales que avalen sus afirmaciones:
1. La Antigua nunca fue ni poseyó instalaciones de un puerto océanico, era un puerto fluvial, que tampoco fue una obra excepcional sino bastante modesta para los canones de la época.
2. Los embarcaderos se hallaban mucho más al oriente del río y de ellos, ya no quedan vestigios.
3. La «Casa de Cortés» fue en realidad la Casa de Contratación o aduana construida convenientemente después de la trágica experiencia del huracán de 1552 y por ello el camino real de Veracruz a México se construyó en la calle frente a ella, que hoy es la Avenida Independencia.
4. La gran ceiba de donde aseguran Cortés amarraba sus barcos, es tremendamente improbable que tuviese 500 o más años de antigüedad en un área que fue ocupada y devastada frecuentemente por el río. Si bien, estos árboles son centenarios, la única ceiba grande cuya edad se conoce con precisión es la Ceiba de la Libertad, que fue sembrada en San Germán (Puerto Rico) el 19 de febrero de 1888.
5. Otro mito es que la ermita del Rosario es la primera iglesia de la América Continental. Este sitio le corresponde a la iglesia dedicada a la Virgen de La Antigua del Darién, fundada en 1510 y que hoy radica en la Ciudad de Panamá, tras varios cambios de ubicación. Por otra parte, no es una iglesia sino una ermita, es decir, un pequeño santuario a orillas del camino y para servicio de los viajeros, no de la población en sí, que acudiría a su parroquia o catedral en la Plaza de Armas. Tampoco fue el primer edificio religioso de la Nueva España, pues la primera iglesia estuvo alojada en la fortaleza de la Villa Rica de la Vera-Cruz del Puerto de Archidona, frente a Quiahuiztlán, la segunda, como confirma el arqueólogo Israel Guillermo Macias Lagunes, en en el basamento del Templo Mayor de Cempoala en 1519, mencionada por Bernal Díaz del Castillo.
Sin embargo, el edificio más importante de La Antigua no es la Casa de Contratación ni la Ermita, sino su pequeña Casa de Cabildo, pues se trata de la sede del que fue el segundo ayuntamiento de América Continental y el primero de la Nueva España, que se mantuvo a pesar de la fundación de la Nueva Veracruz en 1600, cuyo cabildo y jurisdicción no fueron fruto de traslado o mudanza como se ha contado en forma simplista hasta la fecha, sino de una división de los de la Antigua. La Nueva Veracruz -llamada así por ley- fue una ciudad hija de La Antigua, no su continuación, pues nació sin un cabildo y un territorio propio e independiente.
La prueba de esto puede hallarse en numerosos documentos del Archivo General de la Nación y del Histórico de Veracruz (entre otros muchos sitios) en sus secciones de los siglos XVII al XIX. Actualmente la calidad de cabecera municipal radica en la ciudad de Cardel desde 1925, La Antigua conserva el edificio sede original pero ya no los poderes de gobierno municipal. Durante siglos La Antigua ha mantenido su existencia como pueblo y municipio independiente de Veracruz. En 2025 cumplirá 500 años de fundación y en 2027 sus cinco siglos de ostentar título de ciudad. Mientras que Veracruz, la ex-Nueva Veracruz, los cumplirá simultáneamente hasta 2100.
Mucho de la historia de las fundaciones de Veracruz fue contada en la segunda mitad del siglo XX, todavía en forma simplificada y con la exaltación del pasado indígena como fuente de la mexicanidad, con el discurso de los «héroes de bronce» y la reducción de hechos sociales complejos al nivel de simples historias para libros de primaria. Por ello, resulta tan difícil en la actualidad ilustrar a los ciudadanos mayores de 40 años con los resultados de los trabajos profesionales de historia, arqueología, antropología, etc., pues cuanto más se investiga, cada vez más se hallan daros y evidencias físicas que contradicen abiertamente las tan queridas pero muchas veces, plagadas de mitos y exageraciones, tradiciones orales y escritas en pueblos y ciudades de México.
Las autoridades y medios de comunicación, las difunden masivamente y en muchas oportunidades, buscando irresponsablemente cuadrar la historia a conveniencia para justificar diversos fines que nada tienen que ver con la veracidad que se le debe al ciudadano, cuyos impuestos pagan sus salarios. Se fomenta una especie de «orgullo nacionalista y localista» que no tiene ya razón de ser en este mundo globalizado, donde todos estamos interconectados y deberíamos vernos con sentido de toda la especie humana y no como tribus locales de veracruzanos, xalapeños, capitalinos, poblanos, antiqueños, pasovejenses, etc.
Así, lejos de propiciar un ambiente con posibilidades de actualización, se siguen perpetuando los mitos para consumo no solo de los mexicanos, sino del turismo extranjero, al que se le cobra por escuchar y leer mentiras.
BIBLIOGRAFÍA:
Ruíz Gordillo, Javier Omar. LA ANTIGUA VERACRUZ. 1a. Edición, Gobierno del Estado de Veracruz de Ignacio de La Llave y Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Veracruz, 2014.
Trens Marentes, Manuel. Bartolomé, HISTORIA DE VERACRUZ, TOMO II, LA DOMINACIÓN ESPAÑOLA 1519-1808. Reeditada. Secretaría de Educación y Cultura, Gobierno del Estado de Veracruz, Xalapa-Enríquez, Ver. México, 1992.
Mari Mut, José Antonio. EL ÁRBOL DE CEIBA. © edicionesdigitales.info 2015.
FUENTES ELECTRÓNICAS:
VAN BEECQ – PORT ST JACQUES EN CUBA ISLAND. JPEG, Wikipedia:https://commons.wikimedia.org/…/File:Van_Beecq_-_Port_St_Ja…
HISTORIA DE LOS LANCEROS DE VERACRUZ Y SU CUARTEL EN LA ANTIGUA, Facebook.com/Notes, L.C.C. Mario Jesús Gaspar Cobarruvias, Jueves 5 de mayo de 2016: https://www.facebook.com/notes/mario-jes%C3%BAs-gaspar-cobarruvias/historia-de-los-lanceros-de-veracruz-y-su-cuartel-en-la-antigua/10153652385855975
