PECARON DE INOCENTES LOS
ASPIRANTES A INDEPENDIENTES

La propia legislación electoral impone las trabas para que ninguno de los aspirantes a candidaturas independientes pueda culminar sus intenciones de contender por la presidencia de la república.
Se trata de diques de contención, repensados mil veces, para evitar que realmente un mexicano con condiciones y atribuciones suficientes pueda buscar la voluntad de un electorado insatisfecho y que vire hacia ellos sus ojos y, a la manera de como Jaime Rodríguez (a) «El Bronco», pueda culminar como huésped principal de Palacio Nacional.
En realidad, el hartazgo de los mexicanos se da en torno a la presencia de los políticos y los partidos en que militan éstos.
Hay un malestar que se generaliza conforme se sabe que hay los políticos cuyo enriquecimiento personal y el de sus familiares ofende realmente la dignidad de todo un pueblo esforzado y que se parte el alma para poder satisfacer las necesidades más apremiantes de sus herederos, cuando una legión de servidores públicos goza de fortunas, bienes materiales, ranchos y otros beneficios, hasta el asco.
Siendo que en el dominio popular se trataba de personajillos con orígenes en la pobreza y que conquistaron la soberbia y prepotencia cuando ejercieron en la función pública. Falsos redentores y ausentes de toda condición para convertirse en representantes de las masas eminentemente populares.
Es cierto que entre los tiradores a candidaturas independientes hay cuatro personajes que en el seno de la sociedad azteca gozan de alguna estima y significación. Arturo Ríos Piter, ex senador de la república, de filiación perredista; Margarita Zavala de Calderón, con una imagen labrada de manera individual, no obstante que es la esposa del ex presidente Felipe Calderón; el conductor de programas noticiosos a través de la radio, Pedro Ferriz de Con; y por qué no, con todo y los conflictos que le acompañan en el gobierno de Nuevo León, Jaime Rodríguez (a) «El Bronco».
Empero, es posible que no se hayan percatado que ni aun levantando el registro de firmas las 14 horas del día, las semanas y meses completos, podrán reunir las más de 800 mil firmas que les impone la ley y los consejeros del INE para poder ser considerados y aceptarlos como candidatos sin partido a la madre de todas las elecciones en el año 2018.
Si bien Margarita Zavala apuntó que el grueso de mujeres mexicanas ya están preparadas para dirigir políticamente al país, es también no menos cierto que cada elección es diferente, y que la que viene será la más compleja y difícil, pues el electorado de manera aplastante desconfía de partidos políticos y de los políticos. Pruebas y demostraciones sobran, ya que a estas alturas la gente sigue sin concretar a ciencia cierta por quién inclinar la balanza de sus preferencias partidarias.
El saldo que hereda la clase política a los mexicanos, confronta tan serio deterioro como que, igual, podría hasta vaticinarse que el próximo proceso electoral, si los artistas, los directores de esta industria y los jóvenes se deciden por emitir su voto, ninguno de los tiradores del momento ganaría la presidencia de la república.
Son tan lastimosas las condiciones que arrastra el quehacer público y sus actores principales, que como lo asentara el cineasta Guillermo del Toro, este México de todos nosotros nos muestra cómo hay diez valores del deporte, diez más de la academia, pero cuando se trata de encontrar a diez genuinos políticos, no hay ninguno a cuál irle. Todos son iguales.
* PERIODISMO NACIONAL
REDUCIDO A NOTA ROJA
Se dice que hoy día la prensa que se edita en todo el país confronta serios retos, pero uno sobre todo, que es la constante ausencia de lectores.
A diferencia de los periódicos que se editan en la Unión Americana, donde la investigación casi científica que llevan a cabo sus periodistas, reditúa en la exposición de temas candentes como ahora es el caso de los funcionarios de Donald Trump expuestos a dormir muchos años en la cárcel, porque sus nexos con los rusos están al descubierto o la cita de los millonarios que invierten en paraísos fiscales para cubrir sus fortunas mal habidas, permiten a sus medios circular en tirajes de cientos de miles o millones y de conquistar la credibilidad en sus diarios y revistas, sobre todo.
Esto no puede decirse del caso mexicano, en donde haciendo un examen un tanto acucioso, los analistas van a encontrar que por falta de una auto-regulación, nuestros medios han perdido la gran oportunidad de ejercer con libertad, la que no se contaba hace tres décadas, por ejemplo, para dar lugar a una prensa crítica, objetiva, veraz y la cual para poder subsistir tiene que recurrir a hacer de la primera plana el medio para difundir la nota roja.
Empero, al convertirse en nota roja esta primera plana, todo se ha vuelto un número, una cifra o, como usted quiera, una suma en la que lo trascendente que encuentra la redacción de los periódicos es el número de muertos, siendo que un suceso bajo estas condiciones igual va pasando pronto al olvido. La cita de muertos no nos dice nada. El porcentaje que se entresaca de los decesos ocurridos hace un año y el presente, no nos resuelve absolutamente nada.
La caída en la lectura de los diarios encuentra en lo dicho anteriormente una razón para que el común diga que no lo leyó, que se enteró por terceras voces.
Y es que a diferencia de los gringos, que en sus medios impresos cuentan con un editor, personaje que impone las reglas para hacer un periodismo constructivo, en México difícilmente lo hay. Todo lo contrario, la crítica se realiza sin sustento, así que lo que prende es el chisme, que mañana ya no interesa a nadie. Dejó de registrarse el periodismo trascendente, de que hizo hincapié en su libro el maestro Salvador Borrego.
Por ello, en mucho es que el lector del común se solaza en la lectura de los asesinatos. El hecho que tiene que ver con la estadística de los crímenes cometidos en este país, gana necesariamente una primera plana con la nota roja, pero de cuyo mensaje todo se va al cesto de la basura. El lector lo olvida doblando la página en cuestión.
Se duele el escritor y periodista Jesús Silva Herzog Márquez cuando refiere que el crimen publicado en la primera plana, debe ser cuando lo amerite, no como ahora se publicita, sino como era antes, ante el empuje de un diarismo que se difunde al momento de que ocurren los acontecimientos en las redes sociales. Porque de esta forma se está aniquilando a los periódicos y revistas que informan sólo cifras de asesinatos, los cuales acaban por causar ningún interés en el lector.
* AUSENCIA DE DIPUTADOS
FEDERALES, HASTA CUÁNDO
La ausencia de los diputados federales en la entidad veracruzana no la ve ninguna de las Comisiones de control y vigilancia de la Cámara baja del Congreso de la Unión, así que el año que resta de sus actuaciones legislativas y de gestión social, habrá de pasar como una más de la jornada negra de los señores legisladores de nombre exclusivamente.
Los veracruzanos de los cuatro costados de la entidad, nada en claro han podido ventilar de la presencia de sus representantes legislativos, porque desde que se fueron jamás han vuelto y, a saber, existen tantas conjeturas y retos que habrían de haber atendido y cubierto, como parte de sus obligaciones y menesteres propios de un ejercicio legislativo y, por supuesto, de atención a las exigencias de su papel como gestores sociales.
Sin embargo, los meses pasan y los curulecos no reaparecen. Todo lo contrario, lo que tiene con los cabellos erizados a más de cuatro, por caso, en la municipalidad que a usted se antoje traer a la mesa de los debates.
El complejo de culpa –según se cuenta– acompaña sobre todo a los legisladores de extracción priista, porque el sexenio anterior cometió el peor de los latrocinios financieros que haya asestado alguna administración de gobierno sobre tierras veracruzanas. Del cual, es la hora en que persiste la duda sobre la verdadera pesquisa que lleve hasta quienes saquearon el erario público, y los obligue la ley y las instituciones de orden judicial a que hagan las devoluciones de rigor.
Nada de esto sucede al momento, el tiempo apremia, los diputados federales, que cuando ejercieron como funcionarios duartistas y que robaron al erario público, no serán desaforados y dentro de un año podrían haber salvado el pellejo y no tendrían que rendir ninguna declaración que justifique los tantos crímenes financieros que cometieron en contra del erario público y los veracruzanos, que sirven a su patria chica y son honestos contribuyentes del fisco.
Por allí se difundió la especie en el sentido de que el legislador Adolfo Mota Hernández cumplió con vecinos de Úrsulo Galván. Enhorabuena si así fuera, pero cabe destacar que la mayoría de estos servidores públicos prácticamente viven agazapados en la cámara federal de diputados, no legislan, pero tampoco promueven ninguna gestión en beneficio de sus distritos a los cuales supuestamente representan en el Congreso de la Unión.
Es cierto que los diputados se ganan toda clase de adjetivos que les enderezan los ciudadanos, porque siguen afirmando con su silencio y ausencia el gran cuestionamiento que elevan los electores, en el sentido de saber a ciencia cierta para qué sirve un diputado, qué hace, cuánto cobra por calentar su curul y concurrir a los festines de verdaderos rajás, a los cuales gustan de concurrir no pocos de esos modernos saqueadores de recursos públicos.
