
México ha enviado 130 mil muestras de maíz, además de trigo y otros cultivos a la bóveda de granos ubicada en el archipiélago de Svalbard, en Noruega, instalación que resguarda especies de todo el mundo ante la inminencia de hecho que ponga en peligro la alimentación de alguna nación, como aconteció en Siria, cuando se abrió por vez primera la instalación.
Los principales estados productores de maíz blanco son: Sinaloa, que aporta el 23%; Jalisco el 13%; Michoacán, Chiapas y Guerrero contribuyen con el 7% cada uno y, en conjunto, aportan cerca del 59% de la producción a nivel nacional.
Juan Pablo Rojas Pérez, presidente de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México (CNPAMM) es contundente y molesto critica la ausencia de una política que atienda los problemas del campo mexicano, por lo que han enviado, a los candidatos a la presidencia de la República, su propuesta agrícola integral que garantice que la población tenga donde producir sus alimentos. «Los subsidios mal aplicados nos han llevado a que la población sea dependiente porque no hay atención ni asesoría. Además hace falta infraestructura, carreteras, centros de acopio, tecnología y maquinaria».
La doctora María Elena Álvarez-Buylla Roces investigadora del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), es miembro fundador de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS) -donde coordina el proyecto Alimentación sana- tiene una postura abierta en contra de la siembra, la comercialización y el consumo de maíz transgénico en México.
El maíz que importado de Estados Unidos no solo es transgénico, viene con glifosato, -también dice la científica- es un maíz híbrido de mucha menor calidad nutricional que el maíz nativo mexicano, porque tiene un índice glicémico mayor y no tantas proteínas ni fibras, o los antioxidantes que están presentes en grandes cantidades en los nativos”. En México, no se siembra maíz transgénico, a pesar de todos los esfuerzos existentes de parte de Monsanto.
Por la incertidumbre a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en 2017 se trajo 10 veces más maíz de Brasil que en 2016, lo que afectó el suministro proveniente de Estados Unidos. Hoy, nuestro país está a un paso de comprar más maíz brasileño, afectando al sector agrícola estadounidense que actualmente lucha contra los bajos precios de los cereales y la amenaza competitiva de América del Sur.
En el segundo debate de los candidatos presidenciables, varias fake news, que en nada ayudan a crear una verdadera educación política, y lo dicen con una aparente formalidad que todo hace suponer que nos hablan con exactitud. Ya el INE hubiera hecho algo al respecto. Una mentira fue que “en Guerrero no se siembra maíz” ¡que barbaridad! Y más viniendo de un ingeniero agrónomo.
Nuestro país, tiene fertilidad en todo el territorio, esa es la mayor paradoja de nuestro querido México. Puede Usted querido lector comerse una fruta, posteriormente arrojar las semillas sobre la tierra y de seguro, éstas germinarán, porque así es de bondadoso el suelo mexicano, por ello es que ocupamos el 6º sitio en biodiversidad en el mundo. Tema que los gobernantes no han sabido aprovechar, bueno me refiero no para el beneficio propio, sino en bien de toda la población y sacar de la pobreza a los 53 millones de compatriotas.
Andrés Manuel tenía razón, sembrar maíz en Guerrero, la tierra lo permite. Jaime Rodríguez “El Bronco”, que regrese a la Universidad, a repasar el tema de biodiversidad; Anaya, el de historia de los migrantes; Meat, el de Derechos Humanos, por sí tiene que seguir aclarando el caso de Nestora. Tal vez ellos saben que las encuestas ya no se mueven significativamente por los debates, los sufragios están ya depositados en las urnas.
PREMIO.-Los Premios Ones, de Tarragona, España, reconocieron al pueblo huichol por haber conservado su cultura y tradiciones, no rendirse pese a las adversidades y seguir luchando por proteger la zona sagrada de Wuirikuta.
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