Por: María Elvira Santamaría Hernández

Demasiados sucesos importantes para la vida nacional están ocurriendo al mismo tiempo. Ayer, fue aprobada en lo general la creación de la Guardia Nacional, ese ente policiaco que deberá tener personal, entrenamiento y estructura militar, pero que, según la intención gubernamental, no será militar sino una fuerza policial integrada por cincuenta mil efectivos.
La oposición a esto ha sido muy fuerte a nivel de organismos de la sociedad civil y de analistas políticos que ven la amenaza de un empoderamiento del uniforme verde y la posibilidad de mayores riesgos de violacion a los derechos humanos.
Para el grueso de la gente realmente no ha significado tanto, porque llevamos muchos años viendo a soldados y marinos haciendo tareas de seguridad pública ante la infiltración del crimen en las filas estatales y municipales. Y hay que reconocerlo, en muchas ocasiones han contenido a la delincuencia y han arriesgado la vida, aunque en otras pese a su presencia, no ha habido resultados palpables.
Ahí han estado los soldados haciendo sí, algo para lo que no se enrolaron en las fuerzas armadas, para lo que no fueron adiestrados, pero que ahora seguirán haciendo bajo nuevas insignias y mandos mixtos, uno castrense y otro civil. Del cómo funcionará esto a nivel de suelo no lo sabemos, pero todos necesitamos que lo haga muy bien y que, como lo ha planteado el gobierno de López Obrador, la Guardia Nacional sea brazo efectivo para derrotar a la delincuencia organizada y a la no organizada; a la de cuello blanco y de cuello sucio; con los límites claros para que no trastoque el estado civil que nos gobierna desde la etapa post revolucionaria.
Por otra parte, Habitantes de Coatzacoalcos y su autoridad municipal se encontraron ayer en la plaza de la ciudad; sin intermediarios se expusieron reclamos y se exigieron respuestas. El alcalde, ingeniero Víctor Carranza estuvo allí y habló dando sus argumentos. Qué bueno, no se encerró en su despacho. Pero, siempre surgen los peros verdad? Las respuestas que dio la primera autoridad no dejaron satisfechos y lo que es peor, no dejaron tranquilos a sus conciudadanos. En Coatzacoalcos no falta gasolina, falta estado de derecho, falta reactivación económica, falta paz.
Hasta Pronto.
