HACIA LAS TIERRAS DEL SUR DEL SOTAVENTO VERACRUZANO


por  Mario Jesús Gaspar Cobarruvias.

por Mario Jesús Gaspar Cobarrubias, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

¡Feliz inicio de semana queridos amigos facebookianos! El pasado viernes 10 de enero de 2020, realicé mi tercer viaje mensual continuando con el trabajo de investigación intermunicipal de las antiguas rutas de comunicación mesoamericanas, coloniales y mexicanas que desempeño desde 2009.

El primero fue el día 3 para dar la reseña histórica en la inauguración del bulevar remodelado de la villa de Rinconada (municipio de Emiliano Zapata) en presencia de autoridades estatales, municipales, locales y los habitantes. El segundo fue el día 5, formando parte de la excursión que partiendo de Tolome (municipio de Paso de Ovejas) visitó la laguna La Catarina (municipio de La Antigua) y de la cual se hará la reseña del viaje con datos históricos, biológicos, geográficos, etc.

El día 10 tras días de preparativos, viajé a la congregación de Piedras Negras, perteneciente al municipio de Tlalixcoyan, donde habita parte de la familia de mi señor padre, el capitán Alejandro Gaspar Chaparro. Recibí la cálida bienvenida y conté con la ayuda de mi buen amigo el M.V.Z. Porfirio Hernández Pacheco, actual cronista municipal de Tlalixcoyan y del L.C.C. Ismael Lara Chavez, titular de la dirección de turismo municipal, contando en todo momento con el respaldo del M.V.Z. Agustín Lagunes Álvarez, presidente municipal de Tlalixcoyan, Veracruz, para las actividades que programamos para ese día.

Tras un delicioso desayuno de antojitos veracruzanos, viajamos a la localidad de Cuyucuenda, desarrollada en torno a la que fue la gran hacienda de Santa María de la O Cuyucuenda, fundada en el siglo XVI y que sobrevivió fraccionada hasta la primera mitad del siglo XX, en que se extinguió el régimen de haciendas como unidades productivas a nivel nacional. Visitamos antes una antigua represa construida con mampostería de piedra y que podría datar, como calculo inicial en base a sus materiales, del siglo XIX. Tuvimos la oportunidad de ser recibidos por el Lic. Sergio Páez Rojas, propietario de lo que fue la «casa-grande» o casco de hacienda de Cuyucuenda y enterarnos de parte de su historia familiar desde la década de 1840.

Mi objetivo en Cuyucuenda era documentar su legendaria iglesia y ayudar a determinar cuando fue construida y reconstruir su historia, tal como he hecho con edificios de otros municipios. E ir preparando la investigación más a profundidad del camino real de Veracruz a México por el rumbo de las villas de Córdoba y Orizaba en el siglo XVIII y sus numerosos ramales, uno de los cuales partía de la villa de Tlalixcoyan, que hoy es la cabecera de uno de los territorialmente más grandes municipios de la región del Sotavento Veracruzano o «Donde azotan los vientos».

Es una de las 10 regiones en que se divide el Estado de Veracruz y que inicia en la parte norte del centro del mismo, en los municipios de Úrsulo Galván y Puente Nacional, continuando hacia el sureste finalizando en los de Chacaltianguis y Ángel R, Cabada. Todos estos municipios comparten una herencia cultural en común, a veces llamada «jarocha» y poseen a las poblaciones más antiguas en México de algunas culturas mesoamericanas como los olmecas y de los asentamientos fundados por los españoles a partir de 1519.

De Cuyucuenda me enteré en una conversación con mi familiar Lucía Santos Flores, que habita en El Cocuite y de la forma de llegar allá. Por la rápidez con qué desarrollamos esta travesía el día 10 de enero, no me posible pasar a visitar a esta rama de familia paterna.

Después de Cuyucuenda, regresamos a Piedras Negras y de ahí partimos los terrenos de lo que fue la hacienda de Madereros junto a la vía del ferrocarril. Visitamos la antigua casa del jefe de estación, el gran tanque de agua levantado con mampostería de piedra, los dos puentes de metal inglés construidos en 1903, la agencia municipal en 1973 y el puente de material levantado en 2009 en tiempos del gobernador Fidel Herrera Beltrán.

De ahí, viajamos hacia el parque, iglesia y una de las casas más antiguas de Piedras Negras, para proseguir hacia El Cocuite, visitando también su parque, su agencia municipal levantada en 1942, el primer templo evangelista del municipio de Tlalixcoyan y la casa actual de lo que fue la hacienda de El Cocuite.

Terminado esto, fuimos a la zona arqueológica El Zapotal, a visitar el museo construido en torno al gigantesco mausoleo del dios Mictlantecuhtli o «Señor de los muertos» y descubierto en la década de 1970. Ahí me encontré con mi gran amigo, el Lic. Procopio Lopez Dominguez, asesor educativo del INAH, a quien siempre encuentro en los sitios menos esperados a donde me conducen mis viajes. Más tarde, sin subir por acercarse ya el ocaso, visitamos el Cerro del Gallo asociado, como el sitio anterior, a la cultura de Remojadas (500-800 d. C.).

Finalizamos nuestro periplo y el día en la cabecera municipal de Tlalixcoyan, visitando la iglesia parroquial de Santa María de la Asunción edificada a partir de 1861, el palacio municipal y un pequeño cañón, al que se atribuye origen francés y exhibido en su parque. Después cenamos unas deliciosas «tortas cubanas», antes de separarnos, regresando él a Piedras Negras y yo a Veracruz.

Fue un viaje muy interesante por varias de las importantes localidades del municipio de Tlalixcoyan, contando siempre con la experiencia y conocimiento de mi amigo don Porfirio Hernández Pacheco, quien desde el 23 de octubre de 2018 fue nombrado como cronista oficial del municipio. Y ha desempeñado, como debe ser y se espera de quien ocupa este puesto, una gran actividad no solo dando recorridos o presentándose en ceremonias, sino investigando y muy importante señalarlo, escribiendo publicando en forma profesional y con fuentes. Pues la crónica exige ser escrita y no limitarse solo a la transmisión oral. Además de proporcionar siempre la información a quien la solicite y en estrecho contacto social con su pueblo. Fue un gran gusto aprender de su extenso conocimiento del municipio de Tlalixcoyan y esperamos seguir trabajando juntos.

Entablamos desde días antes un fructífero intercambio de información, que se reforzó con esta experiencia, pues mi trabajo en las antiguas rutas de comunicación me permite acumular y analizar datos no de un municipio en particular, sino de decenas de ellos (actualmente son más de 20 donde desempeño mi actividad como investigador, explorador y conferencista). Pues no solo investigo el tramo del camino antiguo (prehispánico, colonial o ferroviario), sino también la historia, arquitectura (civil, militar y religiosa), ingeniería, geografía, flora, fauna, meteorología, industria, aspectos militares, artes, etc. Siendo así una especie de «cronista intermunicipal itinerante» y permitiéndome la propia naturaleza de mi trabajo apoyar en los municipios donde no hay cronistas o estos, por diversas razones, no desempeñan la función para la que fueron investidos.

Y desde luego, estar en contacto con profesionales de la historia, arqueología, docencia, etc., de los que aprendo también. Así como de otros investigadores independientes que hacen el mismo trabajo o parecido, con gran amor por sus pueblos, municipios o a la historia de un país, cuyos territorios recorren con entusiasmo y gran curiosidad. Junto con personas de los pueblos y ciudades, dedicadas a las más diversas actividades, cuyo conocimiento y tradiciones recopilo y analizo también; enriqueciendo exponencialmente mi propio acervo cultural como ser humano; pues es algo universalmente cierto, que «La historia la hacemos todos».

Mi fuente de inspiración son los viajeros-científicos Alexander von Humboldt y Charles Darwin, así como los exploradores geográficos como Percival Harrison Fawcett y Henry Walter Bates en el siglo XIX. Captar y explicar la increíble complejidad de la vida en el pasado y el presente, es un trabajo gigantesco con los medios de qué dispongo, pero es un sueño que se está haciendo realidad. Lo que alcanzo a publicar en mi muro de facebook, representa tan solo una fracción del total de información recopilada por diversos medios en el transcurso de los años.

Esto es solo una breve reseña de este tercer viaje de 2020, de la que posteriormente publicaré con imágenes, los sitios que visitamos el 10 de enero, tras hacer el correspondiente y a veces fatigoso, trabajo de investigación multidisciplinario y análisis, a fin de que estos viajes tengan un efecto positivo y ayuden a ilustrar a nuestra sociedad e impulsar actividades económicas como el turismo. Sin descuidar la veracidad y evitando caer en la charlatanería, un defecto que aparece muy frecuentemente cuando se hace difusión del conocimiento sin el compromiso de verificar los datos antes de publicar.

Me despido deseándoles que tengan una feliz y próspera semana.. ¡BÉNDITOS SEAN TODOS!

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