
Mientras en México se disfruta la segunda mitad de las vacaciones de Semana Santa de 2023, del lunes 10 al miércoles 12 de abril tuve la oportunidad de participar en el Pleno de delegados de la Unión Nacional de Museos Comunitarios, A. C. Evento que se realizó con mucho éxito en el pueblo de Jamapa, cabecera del municipio del mismo nombre y ubicado a 15 kilómetros de mi ciudad de Veracruz y a 100 kilómetros de Xalapa, nuestra capital del Estado de Veracruz.
Procedentes de distintos municipios de los estados de Oaxaca, Hidalgo, Yucatán, Tlaxcala, Tabasco y Veracruz, arribaron los comités que representan a los diversos museos comunitarios. Los amigos de Morelos y Guerrero no alcanzaron a llegar. Por ser Veracruz el estado anfitrión, pude convivir con personas de los municipios de Chocamán, Monte Blanco, Jamapa entre otros donde ya hay museos abiertos por la comunidad.
Al no ser miembro de la Unión Nacional de Museos Comunitarios, pude participar como representante del proyecto del futuro museo que se quiere abrir en Tolome (municipio de Paso de Ovejas) junto quienes representaron los proyectos similares de Medellín de Bravo y El Cocuite (municipio de Tlalixcoyan).
EL FUTURO MUSEO DE TOLOME
Gracias a mi trabajo de investigación iniciado en marzo de 2018 en Tolome acerca de la famosa batalla del 3 de marzo de 1832 donde el general Antonio López de Santa Anna se enfrentó al ejército del gobierno centralista del vicepresidente Anastasio Bustamante, a partir de 2020 se dio un fuerte impulso a la historia y cultura de la congregación de Tolome. Con la participación de mi equipo de Exploración y Estudio del Camino Real Veracruz-México, del grupo ciudadano Tolome Unido, la agencia municipal y la junta de mejoras, se logró levantar un monumento a los caídos en la batalla defendiendo el orden constitucional, se rescató una glorieta de más de 100 anos de antigüedad a orillas del camino real, se colocó una placa con imágenes antiguas restauradas y una reseña de la historia de Tolome desde la época prehispánica hasta la década de 1970.
También se organizó el evento conmemorativo anual con participación de la comunidad, profesores y estudiantes de los distintos grados con coordinación del Comité de Conmemoración y el ayuntamiento en turno de Paso de Ovejas. Por medio de los esfuerzos unidos, se lograron localizar piezas de la batalla de 1832 y la comunidad se mostró bien dispuesta a donar piezas prehispánicas de la cultura de Las Remojadas que han encontrado desde hace décadas, en cuanto se construyese un museo donde preservarlas y exhibirlas al público.
Hacer el museo como siguiente paso del proceso de rescate de la memoria histórica que estamos realizando la comunidad y mi equipo del Camino Real, fue una iniciativa que propuse y por tanto, pese a las dificultades de todo tipo que se presentan, la sigo impulsando con total compromiso por el progreso de mi querido pueblo de Tolome. Si se logra, será el primer museo con arte mesoamericano y la historia de esta batalla de 1832, fundado a orillas del camino real de Veracruz a México en el muy histórico tramo de Veracruz a Perote. Por dónde han pasado gran parte de los eventos y personajes importantes de la historia de la Nueva España y México desde el siglo XVI.
Agradezco la mediación de mi amigo Andrés Córdoba Sosa, apoderado legal del museo en formación en El Cocuite, mismo que estoy apoyando en distintas formas; tanto porque Tlalixcoyan es el municipio de origen de mi señor padre y parte de mi familia paterna radica ahí, como porque allá he estado realizando investigación histórica desde 2021 acerca del camino real de Veracruz a México por la ruta de Córdoba y Orizaba, la artillería antigua del siglo XIX y la iglesia de la ex hacienda de Cuyucuenda, trabajando con mi gran amigo el M.V.Z. Porfirio Hernández Pacheco, cronista municipal de Tlalixcoyan.
Y mi sincera gratitud para el profesor Alejo Castillo Rivera, quien fundó el ahora famoso Museo Comunitario de Jamapa el 1 de enero de 1993. Gracias a él se hizo una excepción para que pudiera estar presente en el Pleno sin ser delegado y participar en las diversas actividades.
De esta forma, organicé mi agenda para poder asistir los tres días. Dada la cercanía y facilidades de transporte urbano de Veracruz a Jamapa, no fue necesario que me alojara allá, aunque sí debía levantarme desde las 5:30 AM para estar en las actividades desde 8:30 AM a 8:00 PM y con 3 horas de ida y vuelta a Veracruz, unas 15 horas de actividad diaria.
¿QUÉ ES UN MUSEO COMUNITARIO?
Es un espacio abierto por la misma comunidad de ciudadanos que vive en el territorio donde se hallan las piezas arqueológicas, edificios enterrados o en vestigios o testimonios físicos de hechos relevantes. De esta forma, la comunidad se asegura la posesión y preservación de ellos a través de sus propias formas de organización y en colaboración con las autoridades. En estos museos se refuerza la identidad y conocimiento de los valores, usos y costumbres.
También se crean proyectos para intercambios culturales, forjar alianzas, la participación de los niños y jóvenes, mejorar la calidad de vida de la comunidad, se presentan respuestas para prevenir y detener los saqueos de yacimientos arqueológicos por propios y extraños, se impulsa la valoración del arte popular y la generación de turismo controlado por la comunidad.
Así pude aprender mucho sobre las razones por las que se funda un museo por una comunidad determinada, sus objetivos y sus diferencias, puntos a favor y en contra en su permanencia respecto a los museos abiertos por instituciones como el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) o los ayuntamientos municipales.
Así como para conocer como un museo comunitario puede sobrevivir a los vaivenes, caprichos y desinterés que experimentan muchas veces las administraciones municipales e instituciones estatales y federales. Cuyos resultados son museos cerrados, con vida efímera o aniquilados antes de nacer, saqueados de sus piezas o en lamentables condiciones por falta de mantenimiento. Con 30 años de existencia y en etapa de crecimiento, el Museo Comunitario de Jamapa es un buen ejemplo de eso.
EL PRIMER DÍA
El lunes 10 de abril arribé a Jamapa y a su Museo Comunitario después de las 2:00 PM, localicé al profesor Alejo Castillo y encontré a mis amigos del proyecto del museo de El Cocuite. Fuimos recibidos con un muy delicioso pozole, platillo de origen prehispánico y enriquecido con la carne del ganado europeo, generosamente ofrecido por los jamapenses que apoyaron el evento organizándose desde seis meses antes. Después me dediqué a recorrer el parque municipal y a documentar fotográficamente la experiencia. A las 3:30 PM comenzaron las actividades dirigidas por el profesor Alejo, anfitrión del Pleno, la presidenta y ex presidentes de la Unión Nacional de Museos Comunitarios. Se presentaron las diferentes delegaciones de otros estados y municipios que ya habían llegado. Otras harían su arribo al día siguiente.
Hacia las 6:30 PM se terminó la jornada de trabajo y tuve tiempo para recorrer nuevamente el museo jamapense, aunque lo conozco desde 2011, cuando lo visité para ver piezas de la cultura de Las Remojadas (100 – 700 d. C.) y los apaxtles o grandes ollas funerarias, como las que se hallaron en la isla de Sacrificios, cuya historia estaba investigando para nutrir la conferencia que di en 2012 en el centro histórico de Veracruz.
Aunque no pude quedarme tanto como hubiese querido pues me retiré a las 8:00 PM, los ciudadanos y el presidente municipal de Jamapa para el periodo 2022-2025, ingeniero Victor Enedino Morales Castro, dieron la bienvenida a los delegados con un gran evento cultural. Fue un gran gusto oír al alcalde narrar la reseña histórica de Jamapa y sus atractivos con gran seguridad y conocimiento, en parte por su formación como ingeniero civil. Muy diferente a muchos que conozco que conocen muy poco o nada de la historia de sus propios municipios y de lo que hay en ellos. Además de que apoyó mucho el evento con los medios al alcance del ayuntamiento.
Mencionó que aún quedan vestigios grandes y visibles del acueducto del fallido proyecto de conducir el agua del río Jamapa a la ciudad amurallada de Veracruz entre 1790 y 1804. Cómo los acueductos forman parte también de mi trabajo de investigación histórica, he trabajado no solo en las modalidades de archivo y bibliográficas, sino también en la exploración y estudio de campo, los acueductos subterráneos de Veracruz (mejor conocido como el «Caño del fraile») y el Perote desde Caja de Agua hasta la fortaleza de San Carlos. Esto firme parte también de una de las temáticas que estamos trabajando actualmente en el esfuerzo combinado de las asociaciones México Hispano y Héroes de Cavite en España. Por lo que será interesante hacer el trabajo de campo en este acueducto de la época del Consulado de Veracruz, dado que tengo planos y mucha información sobre está obra, y así contribuir a acrecentar el conocimiento de nuestra herencia virreinal en arquitectura e ingeniería.
También se inauguró una nueva sala del Museo Comunitario de Jamapa, dedicada al arte de la numismática (billetes, monedas y otros materiales antiguos relacionados con el dinero), con ejemplares, documentos y textos agrupados desde la época virreinal (1535-1821), del México Independiente (1821-1876), del Porfiriato (1876-1911), la Revolución Mexicana (1911-1920) y de diversos periodos presidenciales del siglo XX hasta la actualidad.
Cómo también estoy versado en numismática por mi trabajo de investigación del Camino Real y sus procesos económicos, en un futuro próximo donaré varias piezas de mi colección personal de billetes, monedas y mapas para enriquecer las colecciones de los museos comunitarios de Jamapa y El Cocuite.
Este es uno de los mejores museos que he visitado en el Estado de Veracruz y recomiendo mucho visitarlo con sus familias y turistas, por su muy rica colección de piezas originales como por la museografía y el extenso trabajo de investigación realizado para darle sustento.
Después las delegaciones se fueron a cenar siendo atendidos y alojados por los anfitriones con entusiasta apoyo de los ciudadanos y el ayuntamiento jamapenses.
EL SEGUNDO DÍA
Regresé a las 8:30 AM y desyuné con los amigos de otros Estados en casa de una señora, que nos preparó deliciosos huevos con chorizo y crucetas, que se dan abundantemente en el centro del Estado de Veracruz. A las 10:00 AM se inició la siguiente etapa de trabajo con más delegaciones que habían llegado. Nos entregaron a todos el gafete de participante en este evento y un hermoso abanico de fabricación artesanal.
Diversas delegaciones entregaron ofrendas de obsequio a nuestro anfitrión por el gran cariño y respeto que le tienen. Por mi parte, demostré los míos para todos mis compañeros obsequiándoles trípticos de mi investigación de la historia del camino real de Veracruz a México en su tramo desde la costa hasta Xalapa y Perote. Estos fueron donados en diciembre de 2021 por mi amigo y patrocinador el señor Ubaldo Balbuena Contreras para repartirlos a lo largo de los 13 municipios que recorrería mi expedición documental CAMINO REAL 2021: DE PEROTE A XALAPA Y LA ANTIGUA, caminando 214 kilómetros entre el 4 y 21 de diciembre de ese año. También repartí los últimos ejemplares de mi otro tríptico LA BATALLA DE TOLOME EN 1832: SACRIFICIO EN DEFENSA DEL ORDEN CONSTITUCIONAL, que fueron donados para la conmemoración del 3 de marzo de este 2023, por mi amigo el maestro Josiel Acosta Moreno; para que los delegados conozcan no solo la historia de este hecho relevante en Tolome sino también los efectos positivos que ha traído en la comunidad.
La presidenta de la Unión Nacional de Museos Comunitarios presentó una conferencia sobre como había afectado la pandemia de COVID-19 a la población civil de México y por tanto a los museos que dependen de la afluencia de visitantes locales y foráneos, finalizando con una profunda reflexión sobre nuestra temporalidad de vida en la Tierra.
Después fuimos a almorzar por cortesía del ayuntamiento, a una palapa de un restaurante donde podíamos escoger comer filete de pescado o mojarra frita, ambos con arroz, ensalada y agua de jamaica. Regresamos al Museo con tiempo para visitar la nueva sala dedicada a la numismática. Tuve oportunidad de charlar mucho con el señor Alfonso Huerta Sánchez, fundador del museo comunitario de Monte Blanco y además colega Historiador de Cronistas de Veracruz, A C. Con quién coincidí en apoyarnos mutuamente para lograr diversos objetivos para resaltar la importancia de Tolome y Monte Blanco.
Esta congregación del municipio de Fortín de las Flores la visité en noviembre de 2016 invitado a dar conferencia por los organizadores de los municipios de Fortín y Chocamán, sobre los 200 años de la resistencia que en 1816 dieron los insurgentes del fortín de Monte Blanco al mando del coronel Melchor Múzquiz hasta rendirse ante el asedio del ejército realista del coronel Marquéz Donallo. Mismo quien ordenó destruir el fortín a cañonazos una vez que aseguró la victoria y a los prisioneros.
Ahí conocí a mi amiga la ingeniera María de Lourdes López Luna, cronista de Chocamán y durante los tres días que estuvimos por allá, los miembros del equipo del Camino Real que fueron conmigo pudieron conocer la región, la hacienda y pueblo de Monte Blanco, su estación de ferrocarril, subir al cerro donde está el fortín y participar en el estudio arqueológico de sus restos con el reconocido arqueológo Fernando Miranda y su asistente. Aprendí mucho de ellos trabajando lleno de tierra adentro de la excavación de lo que parecía ser un polvorín o depósito de alimentos, me pidieron mi opinión sobre lo que íbamos encontrando de objetos completos o fragmentados. Afortunadamente el aquella ocasión mi equipo y yo íbamos equipados para trabajo duro y nunca le hemos huido al trabajo de campo y sus incomodidades. Apoyamos al arqueológo con nuestras herramientas que traíamos dispuestas en kits en nuestros cinturones. El señor Huerta me dejó la invitación para regresar a Monte Blanco a visitar su museo y estudiar piezas antiguas relacionadas con la artillería del siglo XIX, un campo de estudio que estoy desarrollando independiente desde 2020 por todo el Estado de Veracruz.
Después se nos ofreció la exposición didáctica sobre por qué se abre un museo comunitario y la participación de las escuelas en los procesos didácticos que conlleva. Fue muy interesante pues en las preguntas e intervenciones pudimos enterarnos de las experiencias buenas y malas experimentadas por diversos miembros en sus propios museos, ya fuera con el INAH o otro tipo de presiones para que el museo comunitario pasara de manos de la comunidad a las de la autoridad federal.
Por mi parte, expuse la historia de nuestro rescate de memoria histórica en Tolome y los logros conseguidos con la comunidad y el por qué hay interés para abrir un museo. Tolome y Jamapa comparten en común el haber sido habitados por grupos humanos de la cultura de Las Remojadas, así como otros que en el siglo XV traían consigo la lengua náhuatl y los usos y costumbres del altiplano, a la vez que servían como sitios para obtener y comerciar la obsidiana para armas y herramientas
El profesor Alejo y varias señoras de Jamapa se desvivieron por atendernos y reanirmarnos de sufrir los efectos de la «hora del jabalí» o «la hora del puerco» según se prefiera, con café con leche, refrescos y jugosas sandías. Claro está, con el agradecimiento unánime de todos los asistentes.
De 6 a 7:30 PM fueron las deliberaciones del Pleno para sus asuntos internos. Después de ser agasajado con café, pan de dulce y degustar esos pequeños tamales que los veracruzanos llamamos «cabecitas de perro», me retiré de regreso a Veracruz a descansar.
EL TERCER DÍA
Tal como estaba programado, el último día del Pleno de Delegados fue para turistear. A partir de las 9:00 AM desayunamos todos en el patio del museo unas deliciosas enmoladas con huevos cocidos, picadas con salsa verde y dulces «cabecitas de perro». Nos tomamos las fotos de grupo y abordamos el autobús contratado por el ayuntamiento para la excursión. A las 10:00 AM se presentó el presidente municipal para despedirnos pues no iba a poder acompañarnos y además, hizo preguntas para saber si habíamos aprendido que significa Jamapa. Yo respondí que era «En el río de los adobes» y ante la interrogación de que era un adobe, respondí que era un ladrillo hecho con barro del río (arcilla y arena).
Pasada la prueba de conocimiento, partimos rumbo a la ex hacienda y museo del Lencero, situada en el municipio de Emiliano Zapata y a unos 117 kilómetros por la ruta de Santa Fe, La Antigua, Cardel y la carretera federal de Cerro Gordo. Esta es una zona que conozco muy bien pues está cruzada por el camino real de Veracruz a México por la ruta de Xalapa y Perote que he estudiado y recorrido ininterrumpidamente desde hace 13 años.
De 12:40 a 1:50 PM visitamos la famosa ex hacienda del Lencero cuyo origen se remonta a la venta del camino real establecida en 1524 por Juan Lencero, soldado de Hernán Cortés. Para el siglo XVII la propiedad creció mucho hasta volverse hacienda dedicada a la cría del ganado y cultivo de la caña de azúcar. Contaba en sitios bien diferenciados con la venta, la hacienda y un trapiche que muchos años después se volvió un ingenio. En 1842 fue comprada por el general Antonio López de Santa Anna, siendo de muchos, su propietario más famoso. En 1847 fue devastada al igual que la hacienda de Manga de Clavo, por el ejército norteamericano después de la batalla de Cerro Gordo y en 1856 perdió la propiedad al serie embargada por el gobierno liberal opuesto a la dictadura de su último periodo de gobierno. En 1981 fue adquirida por el gobierno del Estado de Veracruz y en 1986 fue abierta al público como museo.
Disfrutamos del recorrido pese al frente frío que estaba entrando desde un día antes a la costa de Veracruz, los venidos del interior estaban felices pero no fue lo mismo para los procedentes de Estados de la costa del Golfo de México y climas cálidos. Por fortuna el frío y la llovizna no fueron excesivos. Los compañeros que no conocían la ex hacienda del Lencero quedaron fascinados entre otras cosas, por la calesa inglesa y la diligencia norteamericana que se exhiben ahí, pues eran vehículos que se volvieron legendarios al recorrer los antiguos caminos reales en México y en Estados Unidos, asociados a historias y leyendas de asaltos, bandidos y tesoros. Por otra parte, aunque se proceda desde otros estados de México, la figura del general y presidente Santa Anna no es indiferente a nadie y tanto se ha escrito sobre él, que siempre quedan interrogantes sobre su conducta y su legendaria pero poco veraz fama de «vendepatrias».
De la ex hacienda nos movimos a Dos Ríos, cabecera del municipio de Emiliano Zapata. En esta parte del viaje me preguntaron si era verdad que Santa Anna murió de muerte natural o fue asesinado en alguna forma por los números enemigos que hizo en su larga vida política. Cómo he investigado la vida del general durante años igual que la de Hernán Cortés y Napoleón, pude responder con seguridad para todos, que hasta donde sabía, el general murió ya viejo con 80 años, mal de su memoria y mal cuidado por su esposa. Ella le pagaba a personas para que conversaran con él como si lo hubieran conocido y tuviese el consuelo de creer que aún tenía importancia para México, el país por el que tanto luchó cómo patriota pero también se aprovechó de el para hacer fortuna. Al momento de su muerte era un viejo empobrecido, olvidado y no representaba ya amenaza para el gobierno del presidente Sebastián Lerdo de Tejada, quien le dio amnistía y permitió volver a México y morir en el.
Una de las claves para comprender al general Santa Anna como figura histórica, más allá de los estereotipos del héroe y del villano que tanto nos enseñan en la historia de México, es verlo como un hombre de transición entre dos mundos: nacido y criado hasta su juventud en la sociedad virreinal. Y verlo de repente pasar su vida adulta en el centro de las fuerzas sociales, económicas y militares de un nuevo país en formación, donde había que sobrevivir y destacar de una manera u otra, ya fuera para defenderse de enemigos o asegurar la vejez en una época en que la expectativa de vida era menor que la actual y mucho menos para un militar en una nación sujeta a golpes de estado, cuartelazos, invasiones y bajo el gobierno del fusil y la espada.
Más tarde paramos en una casa de amigas del profesor Alejo, ahí nos dieron un almuerzo muy reparador con riquísimos tamales de barbacoa, arroz con menudencia de pollo, tortillas, pan de dulce y más «cabecitas de perro». La convivencia fue excelente y el estado de ánimo inmejorable.
Nuestra siguiente parada fue a las 4:40 PM en el restaurante El Descabezadero o «Donde nace el agua» en el municipio de Actopan, a 55 kilómetros al noreste de Dos Ríos. Este es uno de los principales atractivos naturales de la cuenca del río Actopan, pues este forma una caída de agua de 15 metros de alto desde un nacimiento. Esto es porque el río nace en el Parque Nacional Cofre de Perote y en su recorrido hasta salir en el mar en territorio del municipio de Úrsulo Galván, varios kilómetros lo hace bajo las montañas en forma subterránea hasta salir otra vez precisamente en el llamado Descabezadero. El origen del nombre tiene varias versiones que atribuyen que desde el siglo XVI la gente que caía a las aguas desde grande altura generalmente se golpeaban la cabeza y no sobrevivían a la fuerza de la corriente.
Una parte del grupo bajó hasta la vía de agua y otros nos quedamos a esperar, pues solo estaríamos menos de una hora, porque había que regresar a prisa a Veracruz a dejar a la delegación de Tabasco en la terminal ADO a las 7:30 PM, pues ya tenían comprado su boleto de viaje. Ante esa eventualidad, dada la escasez de tiempo, la distancia, el tráfico vacacional y el estado del clima lluvioso, ofrecí mi ayuda al salir de Dos Ríos: si así lo creían viable, podíamos ir mejor a Plan del Río que estaba mucho más cerca y con todo gusto les daría el recorrido por el fortín de Órdenes Militares que data de 1816. He dado muchos recorridos ahí tanto para turistas como para universidades y profesionales en arquitectura e historia militar de varios países desde 2011, por lo que domino muy bien el tema. Conociendo la región y sus distancias, nos quedaría tiempo de sobra para volver a Veracruz y dejar a los compañeros. Pero se tomó la decisión de continuar hacia el Descabezadero.
Estando ahí me dediqué a explorar los alrededores y documentar la flora, particularmente unas palmeras de las que llaman «pata de elefante» y disfrutar del aire fresco de la montaña. Cuando regresaron los que bajaron eran casi las 6:00 PM y estábamos a más de 98 kilómetros de la terminal. El conductor hizo su mejor intento pero el tráfico lento en la caseta de La Antigua por el período vacacional restó mucho tiempo y llegamos casi a las 8:00 PM. Ahí nos despedimos, pues los demás regresarían en el autobús hasta Jamapa y después decidirían ir enseguida a sus estados o viajar por la mañana siguiente.
Fue una agradable experiencia aprender sobre los museos comunitarios y convivir varios días con connacionales de otros estados del sur y centro de México, de apreciar que pese a la diversidad de usos y costumbres, siempre es posible hallar puntos de interés y comunicación en común.
Ahora vamos a continuar trabajando para que el museo de Tolome se convierta en una realidad, con todos los beneficios que puede traer a su comunidad.
UN DÍA DE DESCANSO Y SATISFACCIONES
Regresando a Veracruz me tomé un día de descanso entero para recuperar las horas de sueño perdidas y aún así, el 13 de abril por la mañana ya tenía solicitud de un recorrido, comunicación para asesorar al municipio de La Antigua sobre una ruta histórica del siglo XVI, tres asociaciones europeas solicitando ayuda para identificar sitios en testimonios de cuando sus antepasados estuvieron en América, datos sobre Hernán Cortés y detalles sobre su desembarco en nuestras playas el 22 de abril de 1519. También había mucha nueva información que procesar sobre puentes y acueductos. Además de nuevas exploraciones a la vista y nuevas invitaciones para ir a otras poblaciones a hacer rescate de memoria histórica y de su patrimonio material.
En la correspondencia había además varias felicitaciones desde el norte de México y de Uruguay, de amigos que agradecían el apoyo dado en sus propias investigaciones sobre hornos de cal y caminos antiguos, así como solicitud de permiso para citarme en sus informes.
Despaché lo más urgente y después de dormir lo suficiente, pasé una noche feliz viendo una de mis películas predilectas sobre la leyenda del «Hombre de la máscara de hierro», ambientada en una de las muchas versiones escritas y narradas en el reinado de Luis XIV de Francia.
Doy gracias a Dios nuestro Señor por todas sus dones, alegrías y bendiciones para con este humilde hijo tuyo. Porque a pesar de todas las dificultades, sinsabores y desafíos que todos experimentamos alguna vez en la vida, no me ha dejado de su mano y mi trabajo de muchos años no solo está siendo reconocido dentro y fuera de México, sino también dando frutos para el bien de la sociedad del siglo en que vivimos. Todo esto forma parte de la autorrealización a la que aspira todo ser humano que se esfuerza sinceramente y no tiene miedo de pagar el precio del éxito.
Me despido y les deseo que tengan muy feliz fin de semana y regresen con bien a sus hogares aquellos que estén viajando.
¡Benditos sean todos!