MARGARITA, «EL BRONCO» Y
RÍOS PITER, ¿INDEPENDIENTES?

¿Cómo la ve usted? Ahora resulta que los que se dicen candidatos independientes podrían aliarse con rumbo a presentar un frente a semejanza del que ostentan los panistas y perredistas, con la mira de contender en comicios presidenciales, cayéndose en la cuenta de que tal propuesta de antemano tendría que nacer muerta.
Sostener el juicio de que son Independientes, los tres tiradores a la presidencia de la república y que ya consiguieron supuestamente el total de las firmas que el INE y la Ley Federal Electoral les exige para poder aparecer en la boleta de la elección presidencial del próximo primero de julio, acaban de romper con tal independencia, cuando Jaime Rodríguez (a) «El Bronco», soltó las especie en el sentido de que podría reunirse, platicar con sus contrapartes y por ende integrar una terna con la cual restarle votos a AMLO, pero también al PRI y al odiado frente PAN-PRD, para la señora Zavala de Calderón.
Cuando oficialmente se anunció que las candidaturas independientes tendrían el peso suficiente para perfilar como tales en sucesiones político-electorales, la expectativa se acrecentó porque efectivamente hay un número indeterminado de ciudadanos mexicanos que no confían ni dan crédito a la inconsistencia de los partidos políticos, pues acaban de abandonar todos ellos su ideología y compromiso con la sociedad y, algo peor, encuentran poco confiables a los candidatos nominados por membretes partidarios.
Sin embargo, la duda aparece con motivo de que Jaime Rodríguez, que a saber enfrenta una fuerte censura por parte de sus gobernados del estado de Nuevo León, debido a que los compromisos de campaña que hizo ante regios siguen pendientes de que se realicen en la vida práctica y real.
Armando Ríos Piter no deja de ser un perredista respetable, que en apariencia abandonó las filas del supuesto partido de izquierda cuando avistó el senador con licencia que el PRD se apartó de la ruta que le habría marcado hace poco más de dos décadas el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, su fundador.
Y por otro lado, la señora Margarita Zavala de Calderón arrastra con ella la terrible fama de que su esposo, el ex presidente Felipe Calderón, inició con su gobierno la guerra que a estas fechas sigue sin concluirse en contra de la delincuencia, en todas sus facetas y variantes. Empero, la sola posibilidad de que los tres aspirantes asuman un frente, al cual nadie sabe cómo lo intitularían, quién haría su calificación, y que el electorado esté seguro de que se trata de aspirantes genuinos, sin ligas, nexos ni ruptura de ideologías.
Obviamente, cabría preguntar cuál es la postura ideológica que ostentan los candidatos independientes, quienes presuntamente quedaron sin filiación partidaria y bajo cuál filosofía se dirigen a una ciudadanía que cada vez que pasan los días y semanas, más queda en la más absoluta confusión. Ya como frente, los «independientes» qué van a ofrecer a un electorado, cuando los problemas nacionales han rebasado su autoridad como esposa de un mandatario que andaba tratando de derrocar a Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, siendo que el país nuestro se hundía en la criminalidad, la violencia y la inseguridad. Y sobre el binomio de esta tercia, cabe la certidumbre de que no quedarían juntos más allá de un cuarto lugar en la elección de julio entrante. Esto según encuestadores serios.
* ¿Y DE LAS CUENTAS QUE DEBEN
LOS DIPUTADOS FEDERALES?
Están por arrancar las campañas de candidatos a diputados federales y nadie sabe definir en linderos del ex partidazo tricolor qué podrían ofrecer con un discurso ausente de las realidades, que les van a heredar los padres conscriptos salientes, de los cuales cuando menos cuatro o cinco tienen todavía cuentas que liquidar a los veracruzanos de los cuatro costados de la entidad.
El pueblo olvida, pero no perdona.
La hambruna que resienten en sus estómagos casi cinco millones de ciudadanos veracruzanos, porque las fuentes de ocupación laboral no están abiertas para aquéllos y de que los programas sociales, los compromisos de dependencias institucionales, hace tiempo que dejaron de llegar a sus comunidades, tanto las cercanas y alejadas del corazón de nuestras ciudades, parte de la responsabilidad inconclusa de los diputados que están por dejar sus curules, sin más mérito que el de haber cobrado muy bien tres años.
Los diputados y diputadas no retornaron nunca a sus distritos electorales, tampoco cumplieron sus promesas de campaña, así que entre quienes abanderados por el PRI obtuvieron diputaciones y otros quienes perdieron curules en las urnas, no existe ninguna diferencia, salvo que unos percibieron jugosas partidas presupuestarias, salarios y prebendas, otros cayeron de la gracia de los electores y se refugiaron en las chambas que generosamente les brindó papá gobierno.
Se sabe que algunos de los llamados legisladores federales no fueron despojados de las curules que les permitió resguardarse de un fuero constitucional mal entendido, de las indagatorias sobre el último papel representado en diferentes frentes públicos sobre la entidad veracruzana, en donde forjaron fortunas personales y familiares de fábula, siempre en detrimento de la seguridad y personales condiciones de vida social, de trabajadores, docentes y gente buena del pueblo.
Sin embargo, para algunos grupos sociales, el tiempo para que rindan cuentas esos curulecos de su paso por la cámara baja del Congreso de la Unión, estaría próximo a llegar. Si las complicidades registradas en el mismo seno de la Cámara en la cual siguen cobrando sueldos, dietas y privilegios y consiguieron que nadie les tocara un sólo cabello, es posible que la justicia algún día llegue a sentarlos ante la conciencia pública y sea ésta la que les reclame la alta traición que cometieron con casi ocho millones de ciudadanos veracruzanos.
Nadie los avistó recorriendo la entidad y menos confrontando las tantas problemáticas que experimenta la sociedad civil y que van desde la carestía de la vida, la canasta básica que se pulverizó con los salarios de hambre que percibe una mayoría aplastante, la violencia, la inseguridad y la criminalidad que no cesa en sus distintas variantes.
Empero, viene una nueva oleada de aspirantes a ocupar diputaciones locales y federales, pero cabría preguntarles públicamente qué van a ofrecer como trabajo legislativo y cuáles serán sus propuestas para evitar el hundimiento mayúsculo de la población civil, atendiendo a su empleo que no se afirma, la educación que comienza a ser sólo un privilegio de pocos y a hacer cumplir las promesas que también los prospectos de legisladores se atreverán a jurar, inclusive ante fedatario público, con la finalidad de obtener la buchaca que les brindará en este 2018 el poder legislativo en sus dos versiones.
* ARENERA DE PODEROSOS CIERRA
EN SAN JUAN EVANGELISTA
El cierre de espacios de ocupación laboral en la entidad, va a pasos acelerados.
Las centrales sindicales hace tiempo que vienen sufriendo la reducción de militantes, porque los grandes consorcios empresariales también cesan plantillas completas de obreros y de trabajadores administrativos, como es el último caso que está ocurriendo en terrenos de la municipalidad de San Juan Evangelista.
Allí había venido operando una empresa arenera perteneciente a dos personajes, uno de la vida política sobre tierras veracruzanas en algún pasado y otro empresario heredero de una dinastía como tal.
La compañía contaba con más de 200 obreros y sus camionadas de arena que se extraen de las entrañas de esos lares, son transportadas hacia diferentes partes de la república y de países ubicados en la región centroamericana, acrecentando así las personales ganancias de los propietarios de la explotación mencionada.
La liquidación de trabajadores ha entrado en la etapa final de la compañía arenera propiedad de los señores Porfirio Serrano Amador y el empresario Miguel Alemán Magnani.
El consorcio habría sido un excelente paliativo para satisfacer las exigencias más elementales de las familias que conforman la población de San Juan Evangelista, así que por espacio de dos o tres decenios, la hambruna sólo era una visión óptica, la riqueza que genera la explotación de los bancos de arena igual proveyeron de ganancias millonarias al binomio de socios en el negocio que representa la arena.
En Veracruz todos saben que Porfirio Serrano Amador fue un poderoso político en dos sexenios gubernamentales y que al igual que su entonces jefe político inmediato superior, Dante Delgado, hubo que ser confinado en el reclusorio de Pacho Viejo acusado de diversos delitos relacionados con la afectación del patrimonio del estado, saliendo en libertad luego de que también el ex gobernador del estado abandonara su reclusión.
Sobre la personalidad del empresario Miguel Alemán Magnani, cabe destacarlo porque es hijo del ex gobernador Miguel Alemán Velasco, y que aquél se ha conducido como un hombre de negocios exitoso y sin grandes aspavientos publicitarios.
La arenera mencionada entró en un estado de crisis en su producción y la liquidación de trabajadores se está registrando en virtud de que a esta sigla la acaban de entregar tras de negociarse su venta entre Porfirio Serrano y Miguel Alemán y una conocida firma que elabora una de las cervezas más asediada por los adoradores del dios Baco. Ya que esta última, dentro de la negociación convino en que recibe la compañía, pero sin ninguno de los trabajadores que en ella laboraron para el binomio que la explotó en propiedad por espacio de dos décadas cuando menos.
La arena, como se sabe, tiene numerosas aplicaciones en la elaboración de fibras y vidrios y en el caso de la firma cervecera la va a recibir porque utilizará aquella para fabricar las botellas de la conocida firma cervecera, que reiniciará la explotación del producto en los meses que vienen. Por supuesto que Porfirio Serrano y Miguel Alemán habrían realizado una excelente transacción financiera para sus personales fortunas.
Sin embargo, el espectro de la violencia, la inseguridad y el miedo que raya en pánico entre los habitantes de una amplia región del sur del estado, se han afirmado de igual forma, lo que agudiza las expectativas de que los vecinos cuenten con un empleo seguro, tal vez mejor pagado, pero con la constante amenaza de la crisis que lo destruye todo.
