por MARÍA GUADALUPE RICO MARTÍNEZ

En México el sistema de salud desde hace por lo menos 30 años es precario, insuficiente, sin embargo como si no se supiera hay voces que exigen ya, el equipamiento al 100 %. Voces independientes se alzan para exigir el aprovisionamiento. Otros, intelectuales a través de una carta le piden al Presidente Andrés Manuel López Obrador, diálogo y apoyo para el empleo, no están conformes con la política de Estado. Entre ellos, José Narro Reyes y julio Frenk, aunque les preceda un historial que los marca como culpables de la agonía que sufre el sistema de salud actual.
El Doctor José Narro. Secretario de Salud con el Presidente Enrique Peña Nieto se le acusa de dejar obras inconclusas y abandonadas. Además, recientemente el Dr. Hugo López Gattel, Subdirector de Prevención y Promoción de la Salud, en la Secretaría de Salud dio a conocer que durante el anterior sexenio no se aplicaron 776 mil vacunas contra el sarampión por lo que ya interpusieron una denuncia frente al Órgano Interno de Control de la dependencia. El facultativo asegura que la administración de EPN no informó sobre el riesgo, para haber tomado las medidas oportunas.
José Antonio Cuéllar, representante de la organización Colegio Mexicano de Instituciones de Salud formalizó en su oportunidad una denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR) contra Julio Frenk, secretario de Salud en el sexenio de Vicente Fox, por cuatro presuntos delitos relacionados con la compra, en 2005, de osetalmivir –con que se ataca la influenza A/H1N1– en una presentación industrial por 133 millones de pesos y que, debido a que no estaba en cápsulas ni en suspensión, en la crisis sanitaria de 2009 no se pudo administrar a la población para enfrentar la enfermedad. Este sexenio tampoco se caracterizó por construir hospitales.
Y que tal con José Ángel Córdova Villalobos, Secretario de Salud con el Presidente Felipe Calderón Hinojosa, enfrentó la pandemia A (H1N1) cuando estuvimos en cuarentena del 23 de abril al 11 de mayo de 2009. Un periodo de la mayor incertidumbre, la población no sabíamos con seguridad que realmente sucedía. Se negó que la epidemia surgiera en las granjas de la trasnacional Carroll, hasta la fecha no tenemos certeza que pasó. La información fue escasa y a cuenta gotas.
Solo son pequeños recuerdos de lo que hicieron en sexenios pasados, con escarbarle un poquito para que emerjan hechos vergonzosos, como no recordar la aplicación de agua a niños con cáncer, venta de medicamentos del sector salud por particulares, transferencia de pacientes a privados, la largas fechas para obtener una cita con especialista o una cirugía, baños descompuestos o cortinas improvisadas con bata de enfermos, bueno para que le sigo, todo esto era un secreto a voces.
Actualmente el gobierno realiza esfuerzos inauditos para llevar a buen puerto el aprovisionamiento a los hospitales. Pero tal parece que rema contra corriente, mientras surte por otro lado se roban equipo, como en Oaxaca, de dos hospitales, denunciado con todo desparpajo por Arturo Murat Hinojosa, gobernador de Oaxaca. ¡Qué vergüenza!
Quiénes hoy exigen y de repente les surgen ideas del primer mundo, ¡con qué valor moral! debieran quedarse callados, basta con que recuerden cuando tuvieron oportunidad de servir a los mexicanos en lo más mínimo les interesó al anteponer sus intereses personales o tal vez de grupo político para hacerse de los recursos que les fueron confiados. Y La verdad es que eso, no se vale!
Facebook María Guadalupe Rico Marinez