
- En México la oposición es un desastre
- La fortaleza de López Obrador es un auto de fe nacional
- La Guerra Manuel Huerta contra Eric Cisneros por el Tribunal Superior de Justicia de Veracruz
En México la oposición es un desastre
En la agenda política nacional dos detalles evidencian un desastre entre los partidos políticos que se denominan de oposición. Por un lado los votos de Dulce María Sauri y Rubén Moreira, ambos diputados priistas, que se sumaron a la bancada morenista para sacar avante la realización de un periodo extraordinario en la Cámara de Diputados, en el cual se discutirán modificaciones a la Ley de Adquisiciones para que la 4T pueda adquirir medicinas en el extranjero de manera directa y la extinción de una primera tanda de cinco fideicomisos. El hecho es interpretado por algunos analistas como una señal de que el PRIMOR campea como señal de los nuevos tiempos de gobierno de López Obrador aliándose al tricolor. Por el contrario, pensamos que esa definición de los diputados mencionados plantea una división más dentro del partido comandado por el tabasqueño Alejandro Moreno, pro amloista de corazón soterrado, y lo queda de la fuerza priista de los tiempos más recientes, que se manifestó con el voto en contra de la salinista Claudia Ruiz Massieu y el beltronista, Manuel Añorve. Hoy más que nunca el PRI no está en el ánimo del señor presidente, que echa las últimas paletadas de tierra sobre dicho partido con las declaraciones dosificadas del reo Emilio Lozoya que está demostrando cuán corrupto, pérfido y desvergonzado fue el sistema de gobierno priista en materia electoral y tráfico de influencia para beneficio particular de sus gobernantes. Lo dicho, un desastre el PRI como oposición, besando los pies de su implacable verdugo, y a punto de perder la posibilidad de presidir la mesa directiva de la cámara en septiembre, por maniobras de los propios morenistas.
Por otro lado, el detalle de una senadora panista, Martha Márquez, tomando la silla de la presidencia de la sesión de ese órgano legislativo, para alterar y detener la sesión donde se discutiría también la aprobación de la Ley de Adquisiones, para que el gobierno adquiera insumos de salud en el extranjero, con una manta que decía: «Los mexicanos están tomando las calles, yo el Senado. Urge aprobar el Ingreso Básico Universal. Urgen medicamentos oncológicos. ¡Actuemos ya!». El hecho en sí no mereció apoyo alguno de sus compañeros de la bancada azul, que se limitaron a observar el sainete, en el que hubo arañazos y empujones entre la panista y la presidente del senado, la morenista Mónica Fernández Balboa, quien fue desplazada por la furibunda panista, quien a la vez sufrio el arrebato violento de la manta por parte de la senador, también morena, Antares Vázquez Alatorre. El hecho no pasó a mayores, pero es notable que no hubiera apoyo de los azules a su correligionaria, ni en los momentos del sainete, ni en el manejo posterior de la nota en los medios, donde se dieron vuelo los comentaristas promorenistas exhibiendo a la senadora panista como una salvaje legisladora, enemiga de la democracia y la civilidad. En el fondo, esto indica que más que una alianza PRIMOR, lo que está en ciernes es una alianza MORPAN, pues en las últimas semanas los grupos empresariales afines a dicho instituto electoral han tenido sendas reuniones con el presidente López Obrador, en aras de proyectos conjuntos de su gobierno y el sector privado, con notable beneplácito a propuestas del ala derecha del país. Osea, el presidente le está quitando banderas a la oposición con suma tranquilidad, a escasos días de su encuentro con Trump, lo cual es muy significativo pues el de hoy, ya no es el López Obrador de ayer, reacio a pactar con empresarios fifis, como ahora parece que lo está haciendo.
La fortaleza de López Obrador es un auto de fe nacional
Sin duda que este presidente puede pasar a la historia por la fe que le tienen sus seguidores ya que precisamente se maneja con mucha simbología relacionada con la religión, que impacta con seguridad en la percepción de los habitantes de un país de fuerte raigambre religiosa. Él está ahí en el centro de la atención como la luz del bien que vence al mal, representando por la corrupción de años de un sistema político que pudrió el PRI y sus partidos satélites durante décadas de ejercicio abusivo del poder de gobernantes y políticos, que se hicieron ricos, metiendo la mano al erario nacional
Por eso prosigue teniendo un buen grado de aceptación en las encuestas nacionales, sin derrumbarse como pretenden sus débiles opositores., ya que tal pareciera que sus principales soportes son los símbolos religiosos traslapados, o asociados, a postulados enaborbolados desde la campaña presidencial hasta la fecha. El mismo nombre del partido que lo lleva al poder es una evocación de la virgen del Tepeyac, singular coincidencia entre las siglas del Movimiento Nacional de Regeneración Nacional que confluyen en el nombre de MORENA. Ya ni que acerca decir las constantes alusiones a citas bíblicas, imágenes religiosas, alusiones al bien en contraposición al mal, citando al demonio incluso, o la férrea intención de catequizar, o convertir al pais, con una cartilla moral que será distribuida por iglesias cristianas por todo el país. ¿Cómo pretenden derribar a toda esa simbología religiosa, sus opositores, con base a desfiles de carros lujosos, gritos golpistas e insultos contra el anciano presidente que es la personificación del bien nacional?
Como bien lo dijo Muñoz Ledo, en su Twitter, al segundo día de gobierno lopezobradorista, en diciembre de 2018, cuando calificó al presidente como un místico y un iluminado. Una declaración extraña para un político tan racional como lo es Porfirio y que en un principio se pudiera pensar se trataba de una ironía, pero al paso del tiempo, se corrobora con todos los dichos de un presidente que en ciertos momentos no duda en manifestarse como el místico pregonado por Muñoz Ledo, en los eventos mañaneros, donde desde el púlpito, cita a la Biblia y a Dios como dos argumentos de su gobierno. Y no sabemos si lo hace convencidamente, o como parte de una estratagema para impactar entre sus seguidores que ven en él, precisamente, al culmen que ha hecho posible el acábose del mal de la corrupción nacional. Simbología pura, pues.

La proclama auténtica, o propagandística, de que López Obrador es incluso un santo, también la hecho pública en entrevista en los medios el ahora oculto padre Alejandro Solalinde, quien afirmó, a pocos días que tomará posesión el tabasqueño, que el nuevo presidente tiene mucho de Dios.
Por otra parte, también el académico John Ackerman ha planteado que el sentido de las conferencias mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador, tienen la característica, para él, de ser verdaderas misas cívicas, de las cuáles sale uno tranquilizado al escucharlas porque hacen sentir que tenemos un líder que nos está llevando por un camino positivo. La aseveración trasluce una fuerte connnotación religiosa y de fe absoluta en el bien.
Insultarlo, denostarlo, ridicularizarlo, odiarlo y protestar con violencia, no es la mejor estrategia por parte de los diezmados opositores, quienes no ofrecen alternativa semejante a cambio. ¿Quién más bueno y honrado que él entre los políticos nacionales? ¿Quién más tenaz y convencido para acabar con la corrupción como él? ¿Quién mas manifiestamente al lado de los pobres y dispuestos al bienestar social que él? ¿Quién más santo, inspirador y líder positivo que él, en nuestro país?
Por eso, el presidente López Obrador camina con fortaleza hacia el fin de su mandato, por ahora, porque no hay oposición realmente en contra que le haga contrapeso. A estas alturas, podría darse el lujo de hasta crearla para dar la impresión de que si hay alternancia y diversidad de oferta política en el país. Hábilmente se ha encargado de desacreditar a periodistas, líderes de opinión, políticos, partidos y hasta ciudadanos que han manifestado opiniones críticas en su contra, ubicándolos en el terreno del mal, del conservadurismo proclive a la corrupción y de la culpa de los regímenes pasados.
Además ofrece un auto de fe que da oportunidad para ser perdonado, en algunos casos, si se convierte la gente a su ideal político. Auto de fe que da el perdón inmediato y borra los pasados. De ahi su máxima a definirse de quienes están con él o contra él, que tiene también una fuerte dosis de sentencia bíblica. Pero sobre todo aprovecha a todo lo que da la inmesa fuerza del poder presidencial ahora en sus manos, contra el que los desorganizados opositores no tienen más que alharacas propias de quienes atacan a un candidato y no a un presidente. Si el presidente lleva a buen puerto los pactos que ya tejió en estas dos semanas con las principales cúpulas empresariales del país, el Consejo Coordinador Empresarial y el Consejo Mexicano de Negocios, aprovecha la inversión de AFORES en capital privado en los próximos meses y logra establecer un nuevo pacto fiscal a fondo, como nunca se ha hecho en México, y pacta posiciones políticas a cambio con la oposición; entonces su régimen se encaminará a ser uno de los más existosos de la historia de México, con todo y el desastre económico en que se encuentra ahora México, que se superará con las acciones antes mencionadas. Eso no lo ven los opositores desorganizados, empeñados en creer que ya lo tienen en la lona para el 2021. Lo veremos. Por cierto, hay una fuerza que parece marchar fuera del control lopezobradorista: la Iglesia Católica. Institución que basa su fuerza política también en la fe.
La Guerra Manuel Huerta contra Eric Cisneros por el Tribunal Superior de Justicia de Veracruz
El sainete que se traen, en el Tribunal Superior de Justicia, los políticos veracruzanos de la Cuarta Transformación en Veracruz no se trata solo de competencias jurídicas, estado de derecho y guerra mediática. Al parecer, si se pone uno a hurgar y tratar de entenderlo en otra dimensión, es una guerra entre los grupos de Manuel Huerta y Eric Cisneros, en donde queda enmedio de los piedrazos, la Dra. Sofía Martínez Huerta. Así que sobran los sesudos argumentos citados en los textos, cuando detrás de estos hay intereses de poder contrapuestos, aderezados con una buena dosis de misoginia.
El sexenio de AMLO y sus proyectos ya fueron rebasados por la realidad mundial. Es un sexenio perdido en el contexto internacional. Sus obras emblemáticas (aeropuerto Felipe Ángeles, refinería Dos Bocas y tren maya) lo definirán, pero tanto la refinería como el tren no tienen el éxito seguro. Pues dependen de dos mercados inciertos: el consumo de los derivados petroleros y el turismo.
El aeropuerto es otra cosa, pues se integrará a un sistema que ya funciona.
El invendible avión JOSÉ MARÍA MORELOS Y PAVÓN.
Como sexenio perdido (uno más a la lista) su distinción histórica será el fracaso.
El combate a la corrupción e impunidad agregada enraizadas en la cultura y sociedad, CON REOS PREFERENCIALES EN JAULAS DE ORO Y ALGODÓN.
La indeclinable inseguridad que sobrevivirá a sus ABRAZOS FRATERNALES a una delincuencia ORGANIZADA enraizada en la cultura y sociedad, que tiene nulo respeto por la vida humana.
Los millones de desempleados antes y después del COVID.
Todo este universo nacional YA NO TIENE REMEDIO EN LA CUARTA TRANSFORMACIÓN, que lamentablemente se trocó en UNA TRANSFORMACIÓN DE CUARTA AHORA SÍ.
López Obrador tiene como perspectiva inmediata hacer realidad y construir LA INSURRECCIÓN Y POBREZA FRANCISCANA.
ALGO QUE NO CREO QUE SE ATREVA A HACER, PUES PRIMERO TENDRÍA QUE PONER COMO EJEMPLO VENDER SU RANCHO LA CHINGADA, Y VESTIR UN HUMILDE SAYAL Y DEAMBULAR DESCALZO.
Algo que no es vergonzante en sí pues recordemos que ADELE canta descalza en sus conciertos.
SE NECESITA UN PRESIDENTE EN ESE ESTADO DE POBREZA FRANCISCANA PUES LA NACIÓN YA QUEBRÓ Y AHORA SI ESTAMOS HUNDIDOS.
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