por Cecilio García Cruz

Es de los contados servidores públicos con mayor apoyo popular y que en una contienda electoral, resuelve a favor del instituto político, cualquiera que este sea.

Por ello rescató a Morena y a la sarta de diputados charlatanes, hoy “victoriosos” gracias a la sombra e imagen sólida de quien los impulsó.

Se trata de Ricardo Ahued, a quien por fortuna el ladrillo de la soberbia política no lo ha tentado ni mareado.

Lo caracteriza la sencillez; además de ser una persona alejada de los escándalos, la frivolidad y el morbo.

¡Siempre con los pies en la tierra!

Que se sepa jamás se ha sumido en un berenjenal que lo exhiba en situación adversa.

No se le conocen nexos con la corrupción ni la impunidad.

Y menos con la cofradía de la mano caída, la pederastia o la infidelidad.

El empresario-político no se anda por las ramas; va a la raíz de los retos que se le presentan.

Como senador sostuvo que los funcionarios han sido arrogantes e ineficientes.

“Tenemos que bajarnos del pedestal donde estábamos, lejanos del pueblo, y pateando siempre los derechos de los mexicanos”, reconoció.

Alguna ocasión, con los pelos de la burra en la mano, fustigó a políticos allegados al duartismo, acusando:

“No es justo que en muy poco tiempo, quien no tenía ni para comer, el más idiota tiene avioneta o tiene avión o tiene residencias en el extranjero”.

Al dejar Ahued el Senado de la @República se perdió una voz crítica, sensata y constructiva. Pero Xalapa ganó a un funcionario honrado que se comprometió con su vida y salud a trabajar con cordialidad, pero también con carácter.

Hoy se vanagloria que no busca el beneficio personal porque no es corrupto.

“Mi tarea desde la administración municipal será armonizar acciones por el bien de Xalapa”, puntualiza.

Algunos adversarios comentan que desde Palacio Nacional “le cortaron las alas” para no volar hacia la sucesión gubernamental.

Pero “El Rey del Plástico” –ya con colmillo retorcido–, se puede enfrentar a quien pretenden hacer “brillar” en el escenario nacional, al que designen por dedazo o al mejor postor.

Pero, primero es lo primero, luego lo personal. Su compromiso es Xalapa, porque de “bailar con la mas fea”, se puede derrumbar lo avanzado en política.

Deberá cuidarse de gente dañina que sólo se acerca a su vida política para intentar desestabilizar y proyectar sus propias tormentas.

Ahued, por donde quiera que transita delinea un boceto que muestra la figura de un personaje con una banda ceñida al cuerpo.

Solo el tiempo lo dirá.

Por ahora es nuestra capital.

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