UNO. El Gran Elector

Ninguna existe que el gran elector de la candidatura presidencial de MORENA es AMLO. La dichosa encuesta es un pretexto. Una salidita, digamos, para ocultar la fuerza imperial y faraónico del Santo Dedazo, gran invento priista.

por Luis Velázquez

Y como cada maestro jala su librito, sabrá el chamán los pros y contra de AMLO para tomar la decisión, la más importante del sexenio, vaya, por ejemplo, a salirle un Ernesto Zedillo con Carlos Salinas y que encarcela a Raúl, el hermano incómodo.

DOS. Química de AMLO

El viejito del barrio dice que un eje rector sería la química que AMLO ha tenido al día de hoy con el quinteto guinda y marrón de presidenciales, digamos, con los cargos públicos concesionados a cada uno.
Y, bueno, de ser así, quizá convendría un repaso histórico.
Marcelo Ebrard, cierto, declinó una candidatura presidencial por AMLO.
Pero de igual manera, Andrés Manuel López Obrador lo encumbró como jefe de Gobierno en la Ciudad de México y antes en par de Secretarías defeñas y secretario de Relaciones Exteriores y lo encartó en la lista de presidenciables.

TRES. El padre de Adán Augusto

El padre de Adán Augusto López Hernández abrió la puerta de su casa en Tabasco a AMLO.
Fue en aquellos días defendiendo a los indígenas y campesinos con sus caminatas de Villahermosa a la Ciudad de México.
Y en los días cuando la candidatura del PRD a gobernador enfrentando al priista Roberto Madrazo Pintado.
Adán Augusto logró el premio mayor de la Lotería Nacional como secretario de Gobernación y en la lista de los aspirantes y suspirantes por la sucesión de la silla embrujada del Palacio Federal.

CUATRO. Mucha lata política

El senador Ricardo Monreal Ávila fue priista, igual, igualito que AMLO.
Y cuando AMLO era líder nacional del PRD, encumbró a Monreal como gobernador de Zacatecas.
Luego, jefe de Gobierno en la Ciudad de México, AMLO distinguió a Monreal con una delegación.
Es senador de la República y coordinador de la bancada de MORENA en el Congreso de la Unión.
Y luego de tantos desencuentros fue incluido en la lista presidenciable. Quizá porque había dado excesiva lata política.

CINCO. Sheinbaum y Lázaro Cárdenas

AMLO encumbró a Claudia Sheinbaum como secretaria cuando despachara jefe de Gobierno en la Ciudad de México.
Y también su operadora política.
Y en el año 2018, la lanzó como su candidata a la jefatura de Gobierno y como tantos otros candidatos a gobernadores en el país, gracias a AMLO en la boleta electoral, Sheinbaum ganó.
En el imaginario colectivo han creado y recreado la percepción, la imagen, de que ella es favorita de AMLO y de su esposa y de sus tres hijos mayores para la sucesión.
Lázaro Cárdenas Batel fue el último en ser encartarse. Gobernó Michoacán y fue coordinador de asesores presidenciales de AMLO.

SEIS. Humo blanco del Sínodo

El quinteto ha sido beneficiado por AMLO.
Desde luego, faltan unos diez meses, o más, para el destape formal. Y en diez meses, pueden ocurrir muchas cositas. Incluso, hasta la muerte en un accidente automovilístico y aéreo, digamos, como cuando el líder nacional del PRI, el incómodo Carlos Alberto Madrazo, perdiera la vida en un avionazo, siempre, bajo sospecha.
El Dedazo, pues, es y será inevitable. Ya se conocerá la identidad del quinteto que estremezca las neuronas, el corazón y el hígado de AMLO y su familia para las famosas últimas palabras…, digamos, el humo blanco del Sínodo para elegir Sumo Pontífice.

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