
No es novedad que las tarifas de los taxistas lleguen a desbordar los límites de lo razonable, en cuanto al cobro de sus servicios para los pasajeros que requieren de sus servicios. Sin control evidente de parte del gobierno veracruzano, quien es el que da las concesiones. se establece en muchas ocasiones una disputa, o negociación, o abuso en el cobro de los servicios de taxistas, al menos aquí en la capital del estado de Veracruz.
¿Por qué la Secretaría de Seguridad Pública se hace omisa al respecto o al menos no difunde públicamente las tarifas de cobro vigentes hasta el día de hoy para establecer con justicia lo que se debe pagar en los servicios de taxis? El silencio al respecto solo es muestra de omisión de sus deberes en la función pública, sometiendo a la oferta del mercado algo que definitivamente, por ser un servicio público, debería tener márgenes de cobro bien establecidos por las autoridades correspondientes.
Si, ya sabemos que las tarifas oficiales datan del año 2016, cuando se pregonaba el esquema de perímetros de cobro en las ciudades de Veracruz. Una de las razones que esgrimen los taxistas es que tan solo el mantener esas tarifas es injusto porque el aumento de las gasolinas desfasa las tarifas impuesta hace un poco más de 6 años. Concedamos, pero entonces es necesario establecer negociaciones para presentar argumentos válidos para proceder a un incremento en las tarifas de taxi conforme al parámetro gasolinero. Pero no decidirlo a mansalva, a conveniencia personal, a pareceres no plenamente justificables.

Por ejemplo, si revisamos el caso de la ciudad de Xalapa, si el aumento a las tarifas fuera un parámetro válido y considerando que el precio de las gasolinas se ha incrementado del año 2017 al 2023 en un 50 por ciento( 16 pesos costaba la gasolina en promedio en 2017 y 24 pesos de gasolina cuesta, en promedio, en 2023), entonces la tarifa del perímetro uno del centro de Xalapa, ese que incluye el tradicional caso histórico de la ciudad, con los 18 pesos establecidos 206 tendrían un incremento del 50% ya mencionado y llegarían a un cobro de 27 pesos, por decir que con justicia, pero varios taxistas cobran 35 o más actualmente.
Pero peor aún si nos vamos al perímetro dos, que rebasa el caso histórico y abarca un buen número de colonias alrededor de la antigua Xalapa, que en la tarifa vigente( del 2016) tiene un precio de 23 pesos,por lo que si aplicamos el aumento a las gasolinas, del 2016 hasta la actualidad, que es de un 50% más , entonces deberían cobrar hasta 35. Pero ya la mayoría de taxistas estableció tarifa de 45 pesos a 50 . A como se deje el cliente , porque eso si, dicen que se ponen de acuerdo con el pasajero desde que toman el taxi.
Pero a partir del tercer perímetro, que tiene un límite de 30 pesos, según las tarifas establecidas en el 2016, es donde ya los números no cuadran porque algunos taxistas muestran su arbitrario proceder, pues si le agregamos el 50% de aumento a las gasolinas, entre 2017 y 2023, entonces la tarifas de cobro debiera ser de 45 pesos. Gran parte de los taxistas cobran de 60 a 70 pesos. Así que por el lado del incremento de las gasolinas en estos 7 años, de alrededor del 50 por ciento, los ganones resultan los taxistas que le agregan más del 50 por ciento a sus tarifas arbitrarias de cobro al cliente.
Ahora bien, otro parámetro, que pudiera ser el de la inflación anual, que correspondería al incremento de costo en refacciones, no ha rebasado anualmente 3 por ciento de la misma en los últimos años (es hasta los últimos meses que se incrementó notablemente, pero aún falta el corte anual para saber en que promedio anual va a quedar) Por lo que por ahí no se justifica tampoco esa alza desmedida del cobro de las tarifas de los taxistas en el estado de Veracruz. O si quieren incluirla, agreguen 3 por ciento al 50 por ciento de incremento a las gasolinas, para establecer un parámetro de 53 por ciento que no da para justificar las tarifas establecidas por los taxistas.
Cabe señalar, en honor a la verdad, que todavía uno se encuentra a taxistas amables en sus cobros de cada viaje. Pero son cada vez los menos ante la falta de control de un gobierno estatal más empeñado en prepararse para las próximas elecciones que en volver a intervenir en el control de tarifas de los taxistas veracruzanos. Y eso que manifiestan que están al tanto de las necesidades del pueblo, en primer lugar, por lo que deberían demostrarlo en los hechos, pues son en gran parte gente de pueblo, de no muchos recursos, los que están siendo asaltados por muchos taxistas veracruzanos, de manera cotidiana.
No se pide que se mantengan tarifas antiguas ya rebasadas por los tiempos, pero si que se pongan a arrastrar el lápiz y a establecer tarifas justas, en esta jungla salvaje en que se ha convertido los cobros que realizan muchos taxistas en el estado de Veracruz.
¿O de plano es muy difícil saber gobernar pensando en la ciudadanía?
