Un cuento cabalístico y nigromante de Rodolfo Calderón Vivar I De noche, el viejo patio es iluminado por candiles mortecinos de focos y luciérnagas huidizas. En mi cama, sudando miedos, los escucho, pero no salgo a verlos. Sé que son ellos, desde hace tiempo lo sé. Descienden, como grandes burbujas de luz sobre el caserío,…